Si los locos de verdad quieren ser locos otra cosa sería la locura, sería una elección de añadidura a su búsqueda eternal de sueños locos. Sin embargo no consiguen por ser locos el respeto que les da su embestidura, una forma de vivir en la locura que es forma que comprenden unos pocos. ¿Pero a quién se le da el nombre de loco? ¿y cuál es la forma real de la locura? ¿quién lleva de verdad la catadura que distingue y diferencia a los locos? No a cualquiera le cabe el nombre de loco ¡por favor!, tened un poco de respeto que ser loco no es solo un parapeto para decir cualquier cosa por ser loco. Y esos locos que ha llevado su locura en perfecta señal de profesión bien merecen que le brinden la razón como solo la razón se da a los locos.