Yo quiero despertar un canto de tu voz, y en esas notas albergar un sentimiento, ser tu jazmín, tu gardenia, tu blanca flor, perpetuando en tus sentidos esto que siento.
Ser lo primero que veas en la mañana, pues ambiciono navegar por tus calores, ser tu reina, tu altar, tu real soberana la que perfume tus instintos con mis flores.
¡Es lo que yo quiero! ¡Eso tanto de ti anhelo! y ser en tu vida más que un breve ritual, nacer y sucumbir en el mágico vuelo siendo tu cueva, tu refugio y tu caudal.
Quiero vida para saborear la tuya, que ni la luna ni los astros te sonrían, y solo en mi luz y destello se confluya el deseo de amanecer junto a mi orilla. AUTOR:Blanca N. García González