|
De: LEO-MARI (Mensaje original) |
Enviado: 11/09/2011 20:44 |
Tostadas quemadas
> Cuando era niño, ocasionalmente mi madre como cena nos daba café con > leche con muchos agregados. > > Recuerdo especialmente una noche, cuando ella nos sirvió café con > leche, después de un día de trabajo muy duro. > > Esa noche, mi madre le puso un plato con huevos revueltos, fiambre y > tostadas bastantes quemadas frente a mi padre. > > Recuerdo haber esperado un poco, para ver si papá notaba ese hecho. > > Todo lo que mi padre hizo, fue tomar su tostada, sonreír a mi madre y > preguntarme como había sido mi día en la escuela. > > No recuerdo lo que le respondí, pero recuerdo haberlo mirando, untando > la tostada con manteca y jalea y comiendo cada bocado. > > Cuando me levanté de la mesa, aquella noche, escuché a mamá > disculpándose por haber quemado las tostadas. > > Nunca me olvidé de la respuesta de papá "me encantó la tostada quemada". > > Mas tarde, aquella noche, cuando le fui a dar un beso de buenas noches > a papá, le pregunté si realmente le había gustado aquella tostada. > > El me tomó en sus brazos y me dijo: > > Compañero, tu madre tuvo un día de trabajo muy pesado y estaba > realmente cansada... Además de eso, una tostada quemada no le hace mal > a nadie. > La vida está llena de imperfección y las personas no son perfectas. > Tampoco soy el mejor marido, el mejor empleado o cocinero, tal vez ni > siquiera el mejor padre, aunque intente serlo todos los días. > > He aprendido a través de los años, que saber aceptar las fallas > ajenas, intentando minimizar las diferencias entre unos y otros, es > una de las llaves más importantes para crear relacionamientos > saludables y duraderos. Desde que tu madre y yo nos unimos, aprendimos > los dos a suplir uno las fallas del otro. > > Yo se cocinar muy poco, pero aprendí a dejar la olla de aluminio > reluciente. Ella no sabe usar la perforadora, pero después de mis > arreglos, ella hace que todo quede limpio y perfumado. Yo no se hacer > una lasaña como ella lo hace, pero ella no sabe asar una carne como yo > lo hago. Yo nunca supe hacerte dormir, pero conmigo tu tomas un baño > rápido y sin reclamar > > La suma de nosotros crea el mundo que te recibió y te apoya, ella y yo > nos complementamos. Nuestra familia debe aprovechar este nuestro > universo mientras estemos los dos presentes. No es verdad que mas > tarde, el día que uno de los dos parta, este mundo se va a desmoronar, > de ninguna manera. Nuevamente tendremos que aprender a adaptarnos para > hacer lo mejor. > > De hecho, podríamos extender esta lección para cualquier tipo de > relacionamiento, entre marido y mujer, entre padre e hijos, entre > hermanos, entre colegas, con amigos y también en el ambiente > profesional. Entonces hijo, esfuérzate para ser siempre tolerante, > principalmente con quien dedica su precioso tiempo de vida a ti y al > prójimo > > Las personas se olvidarán de lo que le hagas, o de lo que le digas. > Pero nunca se olvidarán el modo en el cual las hiciste sentir. > > Autor desconocido |
|
|
Primer
Anterior
2 a 2 de 2
Siguiente
Último
|
|
De: Haizea |
Enviado: 14/09/2011 18:57 |
He aprendido a través de los años, que saber aceptar las fallas > ajenas, intentando minimizar las diferencias entre unos y otros, es > una de las llaves más importantes para crear relacionamientos > saludables y duraderos. Desde que tu madre y yo nos unimos, aprendimos > los dos a suplir uno las fallas del otro. >
|
|
|
|
|