Quise escribir poesía;
me levanté con ganas
de escribirle a la vida.
Me sorprendió la mañana
con los ojos cansados
y mi almohada mojada.
Vi mis versos volando
por amargas montañas,
de recuerdos ingratos.
Se fugaban mis versos
mal heridos lloraban
con las alas quebradas,
sobrevolaban mi alma
pero ninguno de ellos
se paró en mi ventana.
Autor: Mary Torres