A pesar de mis años rotos
Llegas tú, decidido, y lo cambias
No más noches estériles sin vida
Vibran ilusiones como adolescentes
No me canso de inventarte cada día
A mi vienes cada noche y me tomas,
Me confundo entre lo real y las fantasías
Danzan enajenadas en mi alma mariposas.
El cielo reconoce este amor sin límites
nacido en ti, en mi, como regalo del destino
Apriétame a tu pecho, fuerte, no me sueltes
Caminemos juntos, lo que resta del camino.
Autor: Mary Torres_derechos reservados