Si tú, realmente, fueras mariposa, y tuvieras, de ángeles, tus alas, o, tal vez, de pétalos de rosa, para mí sería lo mismo: ¡igual te amara! Pondría mi hombro para que tú posaras, tendrías mi dedo que, con dulzura, y muy lleno de amor, te acariciara !
Tendrías mis manos, ya arrugadas de experiencia, para aliviar tu cansado aletear, y ayudaría al viento a apresurar tu vuelo hacia el amor, con dulzura y paciencia.
Tendrías de mí cada sonrisa; sería para ti cada palabra que brote de mi ensueño… y todo sólo a cambio de tu risa!
Tendrías mi piel a cada noche; de mi jardín tendrías la mejor rosa; tendrías, de todas, mi mejor poesía si tú, realmente, fueras mariposa !
Rafael Angel
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