Los momentos espirituales son como los niños:
nace uno cada segundo
Cuando estamos en armonía con los ángeles, no sólo
vivimos el momento, sino el momento espiritual. Los
momentos espirituales se pueden producir cuando menos
nos lo esperamos.
Puede ser tan inmenso como una epifanía, una instantánea
y alteradora iluminación, como la que experimentó
Saulo en el camino de Damasco. O puede que simplemente
sea como sentir una explosión de admiración y reverencia
al advertir la mano del artista divino en los
pétalos de una flor.
Lo que importa es que no tenemos que hacer un gran
esfuerzo de plegaria y de meditación para
encontrarnos. Cuando nos permitimos tener
momentos espirituales, unimos nuestro espíritu
al momento y nos liberamos de la prisión
del tiempo. En vez de esperar a que el tiempo
pase y un futuro que puede llegar o no,
exultamos en la pura conciencia del instante
presente, donde el tiempo deja de existir y la
vida es verdaderamente eterna.
¿Sueles tener momentos espirituales?
¿Puedes recordar alguno que haya sido
clave en tu vida?
Intenta tener un momento espiritual ahora
mismo. Deja el libro, respira profundamente
varias veces y mira alrededor.
Experimenta el momento.
¿Dónde estás? ¿Qué hay alrededor?
Meditación de los Ángeles:
Presto atención al presente y a las maravillas que
tienen lugar en cada momento.
De la red