La gratitud no puede ir de la mano con la queja. Cuando nuestra
mente está llena de pensamientos negativos, surge la queja
y se cierra la puerta para la gratitud.
Es el deseo de Dios que seamos agradecidos.
Hay muchas personas que no expresan gratitud.
Si alguien hace algo por ellos, no lo agradecen, creen que se merecen
no sólo eso, sino más y es una forma de expresar orgullo.
Para tener una actitud de agradecimiento, necesitamos
dejar que nuestros pensamientos sean honestos, puros, amables,
verdaderos, que sean dignos
de alabanza y es ahí donde fluye la gratitud.
La Biblia nos habla de una ocasión cuando Jesús hizo una sanidad
en 10 hombres leprosos y sólo uno regresó para dar las gracias a Jesús.
Lucas 17:11-19