EL VALOR DE UN TE QUIERO!
El VALOR DE UN ¡TE QUIERO! no es solo sentirlo dentro de nuestro pecho,
es decirlo apretando las manos del que queremos, es pensarlo en la calma de nuestro sueño,
es perder la mirada en un lugar y gritar en nuestro interior ¡Te quiero!
Un ¡Te Quiero!, se dice con una mirada, se ofrece con el calor de una caricia,
se entrega con el aliento suave de un beso.
Un ¡Te Quiero! no es algo implícito, hay que demostrarlo,
porque demostrándolo sabemos
cuánto estamos amando, porque nos demuestra que estamos vivos,
nos asegura que aun ante la
adversidad seguimos caminando junto a alguien que nos quiere y queremos.
Un ¡Te Quiero!, es ser libres para volar y pertenecer a la persona que queremos,
es recibir más
de lo que muchas veces podemos dar, pero aun así la persona a la que queremos nos sigue
enseñando que somos valiosos para él, estando ahí para enseñarnos que el valor de un
¡Te Quiero! nos hace aun más fuertes y seguros.
Un ¡Te Quiero!, es saber que despertamos a la vida, es olvidar nuestro nombre, es salir
del silencio a la palabra, es despertar de la noche
a la mañana, es cambiar nuestro nombre por el del otro.
Un ¡Te Quiero!, es querer al amigo, querer al hombre, querer al amante,
querer al compañero
para recorrer el último camino de nuestras vidas.
Un ¡Te Quiero!, es para enseñarte la fuerza de un abraso, la riqueza de una caricia, es para
reafirmar la lealtad aunque estemos en la distancia.
Un ¡Te Quiero!, es para demostrarte que no estás solo, para decirte que puedo devolverte
las alas para ser feliz y que eres y puedes ser el centro de este mundo, es para que
encuentres dentro de ti que eres un todo.
Un ¡Te Quiero!, es para que perdones a este ser imperfecto por todos sus errores,
sus carencias y limitaciones.
Un ¡Te Quiero!, es para que le des la oportunidad a esta mujer de entrar en tu vida
como la amiga, la compañera, la amante, para ser el escudo a tus temores, para ser la calma
de tu angustia, para ser el eslabón de unión de todo aquello que hoy está alejado de tu vida.
¡TE QUIERO! Porque eres lo mejor que me ha pasado en esta Vida.
¡TE QUIERO! Esperándote con las manos extendidas y el corazón
en ellas para entregártelo.!
¡TE QUIERO! Porque tú me has enseñando que todo se puede perdonar enmarcado
en la comprensión y la tolerancia.
¡TE QUIERO! Para romper este silencio y recuperar a la palabra,
a la caricia, al abrazo
fundido de dos cuerpos piel con piel en el silencio de una habitación.
Te entrego mi único patrimonio el legítimo y sencillo valor de;
¡TE QUIERO! ¡Estoy y te estaré esperando!
María Rivas Diez