Me llamo Felipe y soy un niño muy pobre, por supuesto que no fue mi culpa nacer en un hogar
con tanta necesidad.
Cuando salía a recorrer las calles en Diciembre, buscando dinero para mi familia, recuerdo que todos andaban
muy afanados comprando cosas. Me paré a observar a un hombre que compraba una bicicleta
y estaba muy emocionado
y pensé como desearía que esa bicicleta fuera mía. El hombre pasó cerca de mí con el regalo y
me apartó porque casi tropieza conmigo. !Cuidado! me dijo, yo, no podía quitar
los ojos de tan linda bicicleta y le pregunté, ¿es para su hijo?, él me contestó, si es el regalo de navidad
que he comprado para él.
Volví a preguntarle, ¿el regalo de navidad?, él me contestó, si, es el regalo de navidad,
¿Qué es la navidad señor? le pregunté
Es el día en que celebramos el nacimiento del niño Dios y Él le trae regalo a los niños. Oh, ya entendí,
¿pero eso es solo para los niños ricos verdad señor?; Me miró con lagrimas en los ojos y me dijo.
En realidad hijo,
es para niños como tu, feliz navidad. Con asombro exclamé,¿para mí señor?; Si, me contestó,
el niño Dios te envía este regalo.
Esa fue mi primera navidad. Hoy en día soy un hombre viejo y celebro la navidad entre los menos
afortunados del mundo,
enseñándoles que la navidad no es exclusivamente de los ricos, si no de todos. Es el día de mostrar
el amor de Dios con los
menos afortunados, porque dar el regalo a ellos, es dar el regalo a Dios.
El verdadero cumpleañero.