El único camino para la felicidad es el amor.
Casi todo el mundo se queja de que su vida es triste, dura, monótona, amarga, inaguantable. Y lo curioso es que la culpa ¡siempre la tienen los demás, lo de fuera! En mi ya larga vida me he convencido de que la solución está en “estar por encima de las circunstancias”. Se suele creer que el problema son las circunstancias, lo que viene de fuera. Pero el problema y la solución esta en cómo me tome yo eso que me viene de fuera. He visto a gente ahogarse en un minúsculo y risible vaso de agua y a otra nadando en un océano profundo de olas altas y constantes. La cuestión es saber nadar. Y muy importante, aprovechar para aprender y entrenar, mientras no cubre. Reconozco que, cuando ya cubre mucho, es muy difícil que se vea posibilidad de poder flotar.