Mantener mis citas divinas aviva mi amor y sabiduría.
Me comprometo a desarrollar una comprensión mayor de mis dones espirituales y de mi potencial divino. Por tal motivo, la oración y la meditación son las actividades más importantes en mi calendario. Estas citas divinas me apartan del ajetreo de la vida cotidiana y me llevan a un estado sereno y lleno de paz. En mi tiempo en el Silencio, tomo mayor conciencia de quien soy y del amor en mí y a mi alrededor.
Crear el hábito diario de orar y meditar, abre la puerta para que la sabiduría y el amor se expresen por medio de mí. El amor divino es mi inspiración y mi sendero espiritual es de suma importancia en mi vida. Dios y yo somos uno. En esta Unidad, soy valeroso, fuerte y me siento satisfecho.
Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios.—Colosenses 4:2
En la canción clásica americana, Irving Berlin escribe: “Cuando estás preocupado y no puedes dormir, cuenta tus bendiciones en vez de contar ovejas”. Hago una pausa para celebrar y expresar gratitud por mis bendiciones. Comienzo por apreciar mi respiración, luego mi cuerpo, después todos los sistemas que trabajan juntos para permitirme hacer todo lo que hago.
Doy gracias por las personas y las mascotas queridas. Pienso en mi hogar y en las actividades que hacen que disfrute el día. Reconozco todo lo que he aprendido de las experiencias de la vida, y siento gratitud por la persona que soy hoy en día. Celebro todas las bendiciones en mi vida y siento profunda gratitud.
Tomó … los siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, y ellos los repartieron entre la gente.—Mateo 15:36