Estoy lleno del gozo de la gracia sublime de Dios.
Gracia
Cuando paso unos momentos reflexionando en la gracia sublime de Dios, me lleno de gozo. La gracia es el amor divino que recibo en cualquier circunstancia o en todas, ahora y por siempre. La gracia me asegura que estoy siempre en la presencia de Dios.
Me regocijo sabiendo que soy un hijo de Dios. Por lo tanto, soy amado incondicionalmente. Comprender esto me da fortaleza incluso en los momentos más difíciles.
Tal vez perciba un momento en mi vida en el que haya orado por guía para mí, para un familiar o para un amigo porque necesitábamos orientación en las curvas del sendero de la vida. Al adecuarnos con la verdad de la gracia de Dios, todo es posible para nosotros.
Cuán bendecido soy por la gracia sublime que fluye en mí, de mí y alrededor de mí cada momento de mi vida.
“Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”—1 Corintios 1:3
|
| | |