Un ejercicio de simulación de respuesta ante un ataque biológico se
llevará a cabo en la región de Dan esta semana. El ejercicio, que será
el más grande de su tipo en la historia de Israel,
se llevará a cabo en Tel Aviv, Ramat Gan y Holon, y tiene como objetivo
evaluar la capacidad de la retaguardia, los servicios médicos, equipos
de rescate y las autoridades municipales para responder a las
condiciones creadas por una catástrofe biológica causada por
terroristas o por accidente.
El ejercicio, denominado “Orange Flame”, se celebrará el miércoles y
el jueves de esta semana y las unidades de rescate del Comando de
Retaguardia y las unidades de detección especial del Ministerio de
Salud se encargarán de localizar el riesgo biológico y lidiar con
cientos de ciudadanos que hipotéticamente fueron expuestos a la
sustancia.
Los grandes hospitales, como Ijilov, Tel Hashomer y Sheba, así como
los centros de salud se preparan para recibir a los heridos en el
incidente simulado.
Tres centros para la acogida de los afectados se crearán en Beit
Dani en Tel Aviv, en el Winter Stadium de Ramat Gan, y en el Country
Club de Holon, donde más de 1.000 voluntarios serán enviados.
Los voluntarios han sido entrenados para comportarse como personas
que han sido expuestas a agentes biológicos y recibirán el tratamiento
en los tres centros.
El propósito del ejercicio es “capacitar al país para hacer frente a
los ataques de terrorismo biológico”, según el General de Brigada Zeev
Snir, que es el delegado del Ministro de Defensa sobre el tema.
“El primer desafío consiste en contener el daño tanto como sea
posible y, a continuación identificar el material en cuestión para que
sea posible continuar con la vida normal”, de acuerdo a Danny Laor,
jefe de los servicios de emergencia en el Ministerio de Salud.