Todo
parece en calma, pero solo es aparente. Los desenlaces se retrasan,
pero las causas y los intereses determinantes están. No desaparecieron.
Solo están desactivados, provisoriamente. A la espera, mientras las
potencias buscan diferentes "salidas" con negociaciones de paz o
acuerdos diplomáticos que eviten una confrontación militar abierta.
Medio Oriente, Eurasia, África, Europa del Este, Son teatros de un
desenlace encadenado de conflictos intercapitalistas por los mercados y
los recursos estratégicos del planeta. Son guerras, o sub-guerras, con
dos motivaciones centrales: Los negocios de los bancos y empresas
capitalistas (que compiten por los mercados), y la supervivencia de las
superpotencias del "nuevo orden" que compiten por el control del
planeta. Parece una calma pero solo es un statu quo provisorio. Es la
calma que precede a la tormenta.
En el escenario mundial que asoma en 2010 hay siete procesos de inevitable desenlace a corto plazo:
A) La resolución social de la crisis económica global (con epicentro en EEUU y Europa),
B) el ataque militar a las usinas iraníes,
C) incremento de la escalada militar en Afganistán,
D) potencial intervención militar de EEUU en Pakistán,
E) escalada de acciones militares de EEUU contra Sudán, Nigeria, Somalía y Yemen,
E) nuevo conflicto armado en el Cáucaso o en Eurasia (como parte del teatro de la guerra fría EEUU-Rusia),
F)
agravamiento de la crisis de los misiles EEUU-Rusia-OTAN en Europa del
Este, G) Nuevo ataque "terrorista" (o varios) similar al 11-S en Europa
o EEUU.
La madre de todas las guerras
En
este escenario del "Gran Juego" geopolítico y militar mundial hay dos
conflictos estratégicos que (por razones de sus alineamientos e
influencia global) se resumen en "uno solo" y pueden hacer estallar el
planeta en un desenlace militar.
A) La guerra fría EEUU-Rusia.
B) La guerra fría EEUU-China.
Los
factores detonantes que convierten a estos dos frentes de conflicto en
UNO SOLO, son Irán y el conflicto del mundo islámico con Israel (la
mecha de encendido hacia cualquier desenlace militar futuro).
En
el terreno geoeconómico, la razón central de las disputa son las
fuentes y las rutas de la energía y del petróleo, y las alianzas por el
control de los mercados.
Rusia y China (en planos separados)
disputan con EEUU y la Unión Europea una guerra por áreas de influencia
económica y conquista de mercados que se extiende por Asia, Medio
Oriente, África y América Latina.
Debajo de este centro
gravitante (el ombligo de la tercera guerra mundial) se ubican, a modo
de emergente encadenado, todos los conflictos (militares, políticos o
económicos) que se suscitan y están activos en Asia, Africa, Europa y
América Latina.
Este es el punto central para entender ordenada
y lógicamente los últimos movimientos de piezas que está realizando
EEUU, tanto en el espacio ruso como en el espacio chino.
Además,
en la agenda militar y geopolítica del espacio asiático Pekín, igual
que Rusia, se sitúa en las antípodas del proyecto estratégico del eje
EEUU-UE que militarizó la región euroasiática para desestabilizar las
redes energéticas de Rusia, de las cuales China es la principal
beneficiaria.
En ambos espacios (el ruso y el chino) la
expansión militar y la guerra psicológica mediática del eje
"occidental" USA-UE son ejercidas como medio de presión en la guerra
por los mercados y los recursos estratégicos, principalmente
energéticos.
En lo geoeconómico, se trata de una guerra por el
control de las redes de oleoductos (corredores energéticos)
euroasiáticos donde China juega su supervivencia al lado de Rusia.
Los
lineamientos del "nuevo orden mundial" construido sobre la base del
control de mercados y recursos estratégicos es, fundamentalmente, un
orden creado para que las trasnacionales, los bancos, las petroleras y
la armamentistas capitalistas, hagan "negocios".
En el Gran
Tablero geopolítico militar del "orden mundial" vigente, la generación
de una próxima guerra intercapitalista (como emergente de diversos
teatros de conflicto armado escalonados) cuenta con tres elementos
detonantes interactivos:
A) La necesidad de EEUU y de las
potencias aliadas (eje USA-UE) de generar por medio de un conflicto
militar un nuevo polo de desarrollo productivo (economía de guerra) con
empleo de mano laboral masiva para superar la crisis financiera
recesiva que colapsa las economías del sistema a escala global.
B)
Asegurar el control militar sobre el petróleo y los recursos
estratégicos perecederos del planeta que le asegure su supervivencia
como potencia hegemónica.
C) Impedir que los enemigos
fundamentalistas de Israel y del sionismo cuenten con un gatillo
nuclear capaz de lanzar un Apocalipsis sobre sus metrópolis imperiales.
En
las antípodas de esta guerra intercapitalista, el eje Moscú-Pekín (más
Irán), desafiando la hegemonía europeo-estadounidense, trazaron
acuerdos militares estratégicos y consolidaron un bloque militar y
económico común en Asia, en abierto reto a la OTAN.
En ese
juego, el "Gran Juego", Moscú y Pekin mueven sus propias piezas en el
teatro de operaciones de la guerra intercapitalista por áreas de
influencia que se disputa (en distintos niveles operativos) desde
Eurasia y los ex espacios soviéticos hasta el Medio Oriente.
Estos
dos frentes de conflicto, resumidos en un solo, resumen y vinculan
todos los conflictos (latentes o activados) de Asia, África, Medio
Oriente y Europa del Este.
Es el conflicto central, el hilo conductor, la madre de todas las guerras.
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