Hace tres semanas la agencia de la cooperación de seguridad de la defensa de los E.E.U.U. (DSCA) publicó un
anuncio, como se requiere legalmente, anunciando que Israel
ha pedido cantidades masivas de varios combustibles convenientes para el
uso militar, y en el caso del pedido para el combustible de
avión JP-8, conveniente solamente para el militar.
La orden masiva se valora en unos $2 mil millones y, tan bien como 284
millones de galones (1.075 mil millones litros) del combustible de avión
JP-8, El pedido también incluye 60 millones de galones (227 millones de
litros) de gasolina sin plomo y 100 millones de galones (378 millones
de litros) de combustible diésel.
Si Israel planeara atacar Irán entonces explicaría el
requisito para las granes cantidades del combustible JP-8. Sin embargo,
no explica la necesidad de Israel de tales granes cantidades de gasolina
y de combustible diésel puesto que un ataque israelí contra Irán es
poco probable incluir algún tipo de incursión de tierra en Irán para
el cual estos combustibles serían utilizados. La única
conclusión una puede dibujar, si Israel no está planeando invadir
realmente Irán, que, claramente, él, es que Israel está planeando
utilizar la gasolina y el combustible diésel para una cierta otra
incursión de tierra - y ése puede significar solamente una
invasión de Líbano y posiblemente del Gaza y de Cisjordania cuando un
ataque contra Irán se pone en marcha.
Esta orden masiva pide la pregunta; ¿es la confrontación final
inminente? ¿Y, si no, entonces para cuál está todo este combustible?
El tiempo dirá. El combustible de avión, si va a ser utilizado en condiciones máximas, no tiene una vida útil muy larga.
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