El arzobispo de Caterbury, Rowan Williams, afirmó que para él no hay ningún problema en que haya obispos homosexuales mientras mantengan el celibato.
En una entrevista con el diario británico "The Times", Rowan Williams expresó su apoyo personal a la consagración de obispos gay en la Iglesia de Inglaterra.
No obstante, indicó que nunca aprobaría que un obispo gay mantuviera relaciones homosexuales de forma activa puesto que la tradición requiere que esto clérigos continúen siendo célibes.
Los activistas para la igualdad han criticado que las palabras del arzobispo colocan la unidad de la Iglesia por encima de los derechos de los gays y lesbianas.
Williams señaló que desde su nombramiento como arzobispo de Canterbury en el 2002 había tenido presente que el asunto de la homosexualidad en la Iglesia constituía "una herida en todo el ministerio".
"No hay ningún problema con que una persona gay sea obispo. Se trata de que tradicionalmente, históricamente, existen estándares que los clérigos deben observar. Así que siempre sale la pregunta sobre la vida personal del clérigo", dijo.
El arzobispo de Canterbury también reconoció a ese rotativo que uno de los momentos más duros en sus ocho años en el puesto fue cuando bloqueó el nombramiento del clérigo soltero homosexual Jeffrey John para ocupar el puesto de obispo de Reading.
Con relación a ese hecho, y en declaraciones a ese mismo periódico, el activista por los Derechos Humanos Peter Tatchell tildó al arzobispo de "inconsistente".
"A sus ojos, la unidad de la Iglesia es más importante que los Derechos Humanos de las lesbianas y los gays", dijo Tatchell.