Satanás es la representación del la oposición de todo un sistema contra los planes del Supremo Padre Celestial. Fue creado con un propósito de ser el acusador, el que pone a prueba la integridad de la adoración de los siervos de Dios.

Otros ángeles se revelaron en el pasado y bajaron en el monte Hermon e hicieron un pacto entre ellos para tomar esposas humanas y engendrarles hijos, los gigantes nefilims de la antigüedad, quienes por sus padres, tuvieron una parte carnal y otra espíritu siendo la carnal la que fue destruida en el diluvio, pero la parte espíritu, no fue aceptada en el cielo por el Dios bendito ya que por ser una creación terrenal, no celestial, fueron confinados a la tierra para hostigar a la humanidad siendo llamados demonios por el Santo Padre. Los padres de estos demonios están encerrados en el tártaro o abismo y allí esperan hasta que llegue el tiempo en que sean juzgados en el día de juicio, por esto, el apóstol Pablo dijo que los cristianos juzgarían a ángeles.

Siendo Satanás un opositor, se le nombra como el gobernante de los demonios (Mateo 12:22-27)

En el libro de Revelaciones, se le describe como el que está extraviando a toda la tierra habitada (Revelación 12:9) El apóstol Juan escribió de él: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo (1 Juan 5:19) Es el gobernante de este mundo (Juan 12:31)

Con la aparición de Jesús en la tierra, el diablo sabía que sus reinado sobre la humanidad estaría poniéndosele ya limites, un gobierno destinado a la extinción, por ello, en toda la Escritura se ve como Satán se esforzó por evitar que llegara la descendencia prometida, sus esfuerzos no tuvieron éxito y nació Jesús en es el seno de una familia judía y cuando se hizo la anunciación de su nacimiento a María, una virgen judía, el ángel de Dios, claramente dijo que Jesús tenía un propósito del Padre.

Por ello Dios protegió a Jesús desde pequeño y fue después de su bautismo cuando el Dios Todopoderoso le ungió con su espíritu para llegar a ser el Mesías esperado y autenticado por el Padre, y fue entonces cuando se dio un enfrentamiento en el desierto, cara a cara entre nuestro Señor Jesús y Satanás. En esta lucha, por decirlo así, Satanás utilizó su vieja táctica de tentar al Ungido de YHWH. En una de sus tácticas le ofreció a Jesús todos los reinos del mundo, porque le pertenecían. Jesús no contradijo esa afirmación, y para poner fin al debate ya sin sentido por parte de Satán, el Mesías le  reprendió, utilizando las Escrituras para que se retirara, no sin antes reiterarle que es solo al Todopoderoso YHWH a quien se tiene que adorar (Mateo 4:1-11)

El reinado de Jesús se obtendría conforme al plan del Santo Padre, no de esta oferta satanica que iba encaminada a probar la codicia de Jesús de obtener un reino mundial destinado al fracaso.

Satanás ejercía un control sobre toda la humanidad a través del pecado, pero con el sacrificio de Jesús habría ya un medio de reconciliación de toda la humanidad para con Dios.

Nunca pudo tener Satán un dominio sobre Jesús (Juan 14:30)

Con el sacrificio de nuestro Señor Jesús se sometió a juicio al mundo y Satanás sería echado fuera del cielo (Juan 12:31)

En el libro de revelaciones se describe una batalla entre Miguel y sus ángeles y Satanás y sus ángeles, y como resultado de esa batalla, Satanás fue echado del cielo.

Por todo lo anterior, yo creo que es a esa caída a la que se refirió nuestro señor Jesús en el texto de Lucas 10:18, él sabía que a pesar que aún no entregaba su vida perfecta para redimirnos, que aún no había sido glorificado por el santo Padre en el momento en que pronunció esas palabras, en su nombre quedaban a través de sus discípulos, los demonios sin poder de acción

Aunque si tomáramos este texto aislado, presenta una complejidad para su interpretación y de hecho, hay varias posturas ya que por el tiempo y forma en que nuestro Señor expresó ese comentario y por la forma en que vierten las versiones bíblicas, algunos opinan que el Ungido de Dios, el Mesías Jesús, lo dijo en tiempo pasado, otros en tiempo presente y otros en tiempo futuro.

Algunas versiones dice enfáticamente: Yo veía caer, Yo le vi caer, Yo vi caer, otras más enfáticamente “contemplaba yo a Satanás caído”

Sin embargo el marco de circunstancias o el contexto bíblico dice que Jesús había seleccionado  a 70 discípulos y los había enviado “de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar adonde él mismo iba a ir”.

Cuando los discípulos volvieron, estaban muy contentos por su éxito en la predicación y dijeron como parte de in informe a nuestro Señor Jesús: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»

Fue como respuesta a este informe que el Mesías dijo:

 Luc 10:18 El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. (Jerusalén)

¿Se refirió el Señor a un suceso del pasado? Como unos sesenta años después que el Mesías pronunciara esas palabras, el apóstol Juan escribió algo similar: “Hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él” (Revelación 12:9).

¿Por qué, entonces, habló Jesús de la expulsión de Satanás como si ya hubiese ocurrido? Algunos estudiosos de la biblia sugieren que Jesús estaba reprendiendo a sus discípulos por demostrar una actitud orgullosa. Los eruditos creen que, en realidad, Jesús les quiso decir: “Triunfaron sobre los demonios, pero no se vuelvan jactanciosos. Satanás fue orgulloso, y eso lo llevó a su veloz caída”. Además porque en el versículo 20 claramente les dice que es mas importante que sus nombres estén escritos en el cielo, no por dominar a los espíritus inmundos.

Luc 10:20 Pero no se alegren tanto de dominar a los espíritus, sino de que sus nombres están escritos en el cielo.

No podemos ser dogmáticos en este asunto. Yo sin embargo creo que lo más probable es que Jesús se estuviera regocijando con sus discípulos y se refiriera a la venidera caída de Satanás situación que confirma el apóstol Juan en sus visiones. Jesús estaba más al corriente que ninguno de ellos de la hostilidad despiadada del Diablo. Jesús se puso feliz al saber que sus discípulos imperfectos sujetaban a poderosos demonios.

Si nuestro Señor Jesús afirmó que lo contemplaba “ya caído”, a Satán, al parecer subrayó la certeza de la caída de este ser maligno. El caso es parecido al de otras profecías bíblicas que hablan de acontecimientos futuros utilizando el tiempo pasado. Por ejemplo, la mezcla de tiempos pasados y futuros en la profecía de Isaías 52:13–53:12 concerniente al Mesías.

De modo que Jesús probablemente estaba expresando su confianza en que Satanás sería echado del cielo de acuerdo con el propósito de Su Padre. Jesús también estaba seguro de que, en el momento fijado por Dios, Satanás y sus demonios serían abismados y después destruidos de una vez para siempre  como dice Romanos 16:20; Hebreos 2:14 y  Revelación 20:1-3, 7-10.

Ahora bien con relación a personificar al espíritu santo tomando el texto de la 1 a los Corintios 12:11 que dice:

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”

Yo pienso que si tomamos este texto aislado sin tomar en cuenta el contexto, creeríamos que es el espíritu santo quien reparte a cada uno en particular como él quiere,  pero el capitulo 12 de la 1 a los Corintios está hablando de Dios el Altísimo, y precisamente habla sobre los dones espirituales que el Eterno reparte, por lo que esa parte final no se está refiriendo al espíritu santo como persona, sino al santo Padre quien reparte sus dones a través de su espíritu como él quiere.

Por favor nota lo que dice el versículo 6, 7 y 8 de ese capitulo para corroborar lo que te comento:

1Co 12:6  y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos.

1Co 12:7  Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.

1Co 12:8  Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento.

Por lo anterior, queda de manifiesto que el espíritu santo es el poder del santo Padre.

Cordiales saludos

GOYIMI