Para resolver cualquier problema, tenemos que identificar la causa y ocuparnos de ella. El exceso de población, el pastoreo excesivo, la pesca excesiva, la erosión del suelo, la deforestación, la contaminación, la destrucción de hábitats y la extinción de especies son factores que influyen en la crisis ecológica. Agréguese a esto el adelgazamiento de la capa de ozono que protege la Tierra contra la peligrosa irradiación ultravioleta.
Dios le dijo a la humanidad que “labrara y cuidara” el medio natural que la rodeaba (Génesis 2:15,). Estas palabras indican claramente que se debe trabajar, cultivar y al mismo tiempo atender y cuidar el entorno. Los humanos tenemos la muy seria responsabilidad de ser administradores prudentes de la obra creada por Dios. Debemos manejarla como la manejaría Dios, conforme a sus instrucciones.
La Biblia indica claramente que Jesucristo va a regresar a la Tierra (Juan 14:3; Hechos 1:11). Pese a la idea comúnmente aceptada de que todos los que aman al Señor serán llevados al Cielo, la realidad revelada por la Biblia es que Jesús va a venir a juzgar a las naciones (I Crónicas 16:33; Mateo 25:31-46). Como parte de ese juicio, la Biblia dice esto del Mesías: “Darás la recompensa a tus siervos los profetas…y destruirás a los que destruyen la Tierra”
La Biblia se refiere a este extraordinario futuro cuando Jesucristo regrese a la Tierra para establecer el Reino de Dios como “tiempos de restauración de todas las cosas” (Hechos 3:19-21). Cuando consideramos la destrucción ambiental y la desaparición de las especies a manos del hombre, quizá comprendamos mejor las palabras del apóstol Pablo en el sentido de que “toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora…Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”
La profecía bíblica indica que Dios va a intervenir antes que el hombre acabe por destruir toda la vida del planeta (Mateo 24:22). Cuando regrese Jesucristo, va a recompensar a los santos dándoles la oportunidad de gobernar la Tierra como reyes y sacerdotes (Apocalipsis 1:6; 5:10; Daniel 7:18, 27). Como dirigentes civiles y religiosos en el Reino de Dios, los santos van a explicar las leyes divinas, incluida la dimensión ambientalista de la Biblia, a toda la humanidad (Isaías 2:2-4). Como resultado, el mundo entero llegará a entender el camino de vida que Dios ha esbozado en su Palabra (Isaías 11:9).
Nosotros podem convertirnos en hijos e hijas de Dios y tener la oportunidad de reinar en la Tierra como reyes y sacerdotes en el Reino de Dios… siempre y cuando tomemos en serio lo que está revelado en las Sagradas Escrituras.
GRACIA Y PAZ