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De: apoleon (Mensaje original) |
Enviado: 03/03/2011 01:59 |
Imagine por un momento el gran privilegio que tuvieron los apóstoles al asociarse personalmente con Jesús diariamente: Viajar con Él por todas partes, estar presentes con Él en reuniones sociales, y verlo silenciar; de manera magistral, a los Fariseos y a sus opositores. ¡¡Qué privilegio tan grande tuvieron al estar tan cerca de Jesús, y poder preguntarle cualquier cosa que ellos desearan saber!! Cuando Jesús dio el Sermón más grande y maravilloso de todos los tiempos, - El Sermón del Monte,- ellos estaban allí. ¡¡Ellos también fueron testigos de cuando a Jesús lo despertaron de su sueño debido a que la pequeña y frágil barca en que viajaban estaba a punto de naufragar y vieron cuando Él, con su voz, calmó al mar embravecido! Ellos estuvieron al lado de Jesús cuando Él, con una sola palabra, hizo temblar a los demonios; ellos vieron cuando Jesús abrió los oidos de los sordos, y cuando restauró la vista a los invidentes. ¡¡Ellos inclusive lo vieron resucitar muertos!! Ellos fueron testigos presenciales de tantos hechos maravillosos que Él realizó que; años más tarde, el apóstol Juan se vio en la necesidad de escribir que los hechos de Jesús fueron tantos que todos los libros del mundo no serían suficientes para describir con detalle sus maravillosas obras.
Es imposible para el lector de nuestros días no sorprenderse por la falta de iluminación que mostraron los apóstoles en ocasiones, aún a pesar de tener a Jesús mismo como su Instructor y Maestro. Sí, es verdad que tuvieron el privilegio de hablar personalmente con Jesús, pero como consecuencia de su conocimiento parcial, ellos fueron reprendidos severamente por Él. A ellos también se les censuró severamente cuando hablaron presunciosamente como si en verdad tuvieran entendimiento del propósito de Dios, y de cómo éste debía llevarse a cabo.
Tomemos por ejemplo el caso de como Jesús habló de manera muy clara de su inminente muerte y resurrección. A pesar que Jesús mencionó su muerte, ellos fueron incapaces de entender sus palabras. En el capítulo 16 de Mateo, Jesús les preguntó quién creían ellos que Jesús era, a lo que los apóstoles respondieron: El hijo de Dios. Pedro contestó que Jesús era El Hijo del Dios Vivo; ante esta respuesta, Jesús mencionó que era su Padre quien había revelado esto a los apóstoles.
Poco tiempo después, el relato nos dice "que Jesús comenzó a hablarle a sus discípulos acerca de su viaje a Jerusalén, y de cómo sufriría y sería muerto allí, para posteriormente; al tercer día, levantarse de entre los muertos. Al escuchar estas cosas, Pedro lo llevo a un lugar a solas y comenzó a decirle: Señor, sé bueno contigo mismo, ¡¡Ciertamente tú no sufrirás esas cosas!!"
Cuán vergonzoso fue para Pedro el tratar de dar consejos a Jesús en este asunto, como si Jesús no supiera de lo que Él estaba hablando, cuando habló de su inminente muerte. Como Cristianos a quienes toco vivir 2000 años después, nosotros reconocemos que la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo es el fundamento de nuestra fe; sin embargo, la pregunta es, ¿Cómo es posible que los apóstoles estuvieran tan ciegos ante una verdad tan obvia? La respuesta a esta pregunta es muy relevante para la fe de los cristianos de la era moderna.
La razón por la que los apóstoles no entendieron cuando Jesús habló abiertamente acerca de su muerte fue porque no era voluntad de Jehová que ellos entendieran eso en aquel momento. Considere lo que Lucas 9:43-45 dice al respecto: "Pues bien, todos empezaron a quedar atónitos ante el majestuoso poder de Dios. Ahora bien, mientras todos se maravillaban de todas las cosas que Él hacia, Él dijo a sus discípulos: "Alojen estas palabras en sus oidos porque el Hijo del Hombre está destinado a ser entregado en mano de los hombres" Pero ellos continuaron sin entender este dicho, de hecho, se les fue ocultado, para que no lo discernieran, y tenían miedo de preguntarle acerca de este dicho."
Existen dos preguntan para las cuales necesitamos hallar respuesta. La primera es: ¿Cómo es posible que los apóstoles no entendieran algo que para nosotros es claro y obvio? La segunda pregunta es: ¿Porqué Dios, aparentemente, ocultó esta verdad tan vital a los apóstoles, cuando Jesús mismo había dicho que su Padre había revelado a los apóstoles que Jesús era el Cristo?, ¿Cuál fue el propósito de fortalecer esta ignorancia?.
No hay duda alguna que la principal razón por la que los apóstoles no entendieron las palabras de Jesús fue debido a las ideas preconcebidas que ellos tenían; ideas basadas en el conocimiento limitado de ellos concerniente al Mesías. Ellos pensaban que Jesús iba a reinar sobre el trono de David, por eso, para ellos era imposible comprender que Jesús reinaría desde la Jerusalén Celestial, y no desde la Jerusalén terrenal que ellos conocían. Todo lo que los apóstoles sabían con seguridad absoluta era que Jesús era El Rey Real y Verdadero de ellos, y además, Él estaba allí junto a ellos; en persona. Hasta donde ellos concernía, eso era lo único que importaba. Debido a que las profecías habían predicho que Jesús reinaría por siempre, y para siempre, las palabras de Jesús respecto a su muerte no tenían ningún sentido para ellos. De tal manera que fueron las ideas preconcebidas que ellos tenían acerca del reino de Dios lo que los cegó respecto al verdadero significado de las profecías concernientes a Jesús. Por supuesto, una vez que Jesús resuscitó, les abrió por completo el entendimiento. Lucas 24:27 nos dice: "Y comenzando desde los profetas, les interpretó cosas referentes a Él en todas Las Escrituras".
Como todos sabemos, al final, Jesús levantó el velo que los apóstoles tenían para que comprendieran la verdad; sin embargo, la pregunta continúa, y por eso inquirimos: ¿Por qué Jesús no iluminó a sus discípulos antes de su muerte? Si Jesús explicó muchas de sus ilustraciones a sus discípulos, entonces, ¿Por qué hubo ciertas verdades vitales que Él ocultó a sus discípulos, y no se las reveló sino hasta después de su resurrección?
Una de las razones tenía que ver con la falta de fe de los apóstoles, es por eso por lo que en el versículo precedente, Jesús los amonestó severamente de nuevo, al decirles: "¡Oh insensatos y lentos de corazón al creer todas las cosas de las cuales hablaron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo sufriera todas estas cosas antes de entrar a su gloria?" ¡¡Mateo 28:17 revela que algunos de sus discípulos dudaban aún en la presencia del Señor resucitado!!
Debe hacernos volver a la humildad el hecho que Jesús describió a sus mas íntimos allegados como "Insensatos y lentos de corazón al creer las cosas que hablaron los profetas." Pedro, quien fue el más censurado de los apóstoles, escribió después en 1Pedro1:7 a los Cristianos que pasaban por varias pruebas, que éstas les sucedían "A fin de que la cualidad probada de su fe, de mucho más valor que el oro que perece a pesar de ser probada por fuego, sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo". Ciertamente, Pedro, así como sus colaboradores, fueron sometidos a prueba. De hecho, Satánas exigió que aquellos que reinarían sobre el Universo con Jesús, fueran puestos a prueba. Es por eso por lo que Jesús explicó a Pedro en la noche en que Judas traicionó a Jesús, y Él fue arrestado, que Satánas había exigido que los apóstoles fueran zarandeados como el trigo. Jesús aseguró a Pedro que Él había orado, y suplicado a su Padre, para que la fe de los apóstoles no desfalleciera a la hora de la prueba. |
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De: apoleon |
Enviado: 03/03/2011 01:59 |
De manera que la razón por la que Jehová ocultó la realidad de la muerte de Jesús a sus fieles y discretos apóstoles tuvo que ver con el asunto de la rivalidad entre Jehová Dios, y Satánas; un asunto de suma importancia. Con el establecimiento del Cristianismo, nuestra fe, y nuestra lealtad permanente a Jehová, se convirtieron en el foco de acusación por parte del Acusador Mayor; a saber, Satanás el Diablo. Para poder Dios determinar el lado del conflicto en que los hombres dicen estar, cada siervo de Jehová debe de pasar por una prueba que sólo puede ser superada con una fe inquebrantable en Jehová nuestro Creador. La fe de los apóstoles fue puesta a prueba cuando; de manera violenta, Jesús les fue arrebatado. Al suceder eso, ellos tuvieron que desechar rapidamente las ideas preconcebidas que el Judaísmo les había inculcado respecto al Mesías. ¿Se atreverían ellos a negar la resurrección de Jesucristo, simple y sencillamente porque eso no estaba de acuerdo con lo que a ellos se les había enseñado? Al principio fue difícil, pero después lo aceptaron.
Si Jehová Dios tuvo a bien probar la fe de los discípulos de Jesús del Primer Siglo, ¿Por qué deberíamos de pensar que nosotros estamos exentos de ser puestos a prueba, o que nosotros no dudaríamos de la profecía, aún después de cumplirse? Por la simple razón que nosotros creemos que, de alguna manera, ya estamos iluminados respecto a las cosas de Dios, corremos el riesgo de caer en la presuntuosidad. Esto debería ser causa de preocupación. En el capítulo 11 de la carta a los Corintios, el apóstol Pablo nos habla de "Esa seguridad que raya en la presunción". Nosotros, de igual manera, presumimos de hablar "El lenguaje puro de la verdad", y de vivir en un "Paraíso espiritual" Debido a nuestro presuntuoso dogmatismo, nosotros nos hemos cerrado a la posibilidad que algunas de nuestras interpretaciones estén equivocadas.. Aún nos falta recibir una clase de humildad similar a la que experimentaron los apóstoles. En verdad, tal y como era inconcebible para ellos que Jesús muriera según la profecía,¡¡Así es de inconcebible para nosotros creer que muchas de las cosas que hemos aprendido respecto a las profecías futuras no se desarrollarán como lo hemos esperado!!, ¡¡Las mayores pruebas aún están en el futuro!!
1 "Él ha Cerrado los Ojos de los Profetas; los Ojos de los Visionarios"
Tal y como ciertas verdades les fueron ocultadas a los apóstoles; de igual manera, Jehová permite que una operación similar de error opere en su pueblo; el Israel de Dios, hasta el Día del Juicio. Isaías 29:10 nos dice: "Porque Jehová ha derramado sobre ustedes un espíritu profundo de sueño, y cierra los ojos de ustedes los profetas, y ha cubierto hasta la cabeza de ustedes los visionarios".
El contexto del versículo anterior tiene que ver con el que Jehová haga difícil para Ariel las cosas que tienen que ver con su salvación, permitiendo que Ariel sufra llanto, y desconsuelo, antes de salvarlo. -Ariel es el Israel espiritual.
La razón por la que Jehová permite que esto suceda así se encuentra en el versículo 13, donde leemos: "Y Jehová dice: Por razón que este pueblo se ha acercado con su boca, y me ha glorificado meramente con sus labios, y ha alejado su corazón de mi mismo, y su temor para conmigo llegó a ser mandamiento de hombres que se está enseñando".
Sólo Dios puede leer los secretos más recónditos del corazón humano. De igual manera, sólo Él puede decir lo que es agradable o no a sus ojos, y no importa cómo nos juzguemos a nosotros mismos: lo único que importa es el juicio de Dios. Pablo dijo lo mismo en su carta a los Corintios. 1 Corintios 4:4 lee: "Porque no estoy consciente de cosa alguna en mi contra, sin embargo, no por eso soy declarado justo, pues es Jehová quien me examina".
Jehová puede, no solo discernir los secretos más íntimos del corazón, sino que de manera más sorprendente, Él puede leer los pensamientos de un corazón con miles de años de antelación; de hecho, ¡¡Él puede leer los latidos de un corazón antes que éste empiece a latir!! Dios sabe que los hombres seguimos un patrón de acción muy predecible; tal como las vacas cuando recorren el mismo viejo, y trillado camino a su establo. Como ejemplo de la impresionante visión de Jehová, Jesús mencionó el versículo anterior, y lo aplicó a los Judíos, cuando dijo: "Hipócritas, bien profetizó Isaías respecto a ustedes, pues ustedes me honran con sus labios, pero su corazón está muy lejos de mi". Los Judíos corrompieron la Ley de Dios al convertirla en una simple tradición de hombres. Lo que hay que recalcar es que los Judíos eran el pueblo de Dios. A ellos se les habían dado los mandamientos, pero Dios vio con mucha antelación que el corazón de ellos se tornaría hipócrita, y Jesús vio que eso ya había acontecido cuando Él estuvo en la tierra, y por lo tanto, Él aplicó la profecía adecuadamente.
Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, la profecía aplica primeramente al Israel espiritual, y por eso Jesús solo aplicó el principio de la profecía a los Fariseos. Es bueno constatar que el juicio de esta profecía aplica principalmente a los cristianos verdaderos de la actualidad. ¿De qué manera? Bueno, ¿Quién, aparte de nosotros, glorifica a Jehová con sus labios? Es un hecho que los clérigos, y feligreses de la Cristiandad no han honrado el nombre de Jehová. ¡¡Ellos hasta rehusan aceptar que Jehová es Dios!! En lugar de eso, ellos han convertido al Hijo de Dios en el Todopoderoso Dios. Ellos han deshonrado a Dios con su absurda creencia Trinitaria y otras doctrinas Babilónicas.
Por otra parte, nosotros hemos levantado la voz en nuestro ministerio público en lo que se refiere a los propósitos de Jehová. Nosotros glorificamos a Dios con nuestros comentarios en las reuniones Cristianas, en nuestras pláticas públicas, y en nuestras oraciones. Nosotros hemos hablado la verdad acerca de Jehová. Sin embargo, desde el punto de vista de Jehová, Él ha discernido que nuestro temor a Dios se ha degenerado, y se ha convertido en un simple seguimiento a mandamientos de hombres.
¿Quién puede negar el gran enfásis que damos al adherirnos fielmente a procesos organizacionales que emanan de la política oficial de nuestra religión? Es innegable que la para nosotros muchas veces nosotros somos el corazón, el alma de la fe de los muchos creyentes. Es también innegable el hecho que como representantes de muchas iglesias se nos instruye respecto a qué decir, y cómo decirlo, determinamos cada aspecto y detalle de nuestra fe en todo lo concerniente a nuestras creencias y actividades. |
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De: apoleon |
Enviado: 03/03/2011 02:01 |
Es verdad que el apóstol Pablo dijo a los Cristianos que fueran obedientes a aquellos que llevaban la delantera; sin embargo, él también estaba consciente que algunos Cristianos de Corinto eran simples seguidores de hombres. Algunos decían pertenecer a Pablo, otros a Pedro, y otros a Apolo. Había algunos que decían seguir a Cristo., debemos preguntarnos si estamos en verdad consagrados al servicio de Nuestro Dios, o si sólo somos seguidores de hombres.
Probablemente pocos estarán de acuerdo con esta evaluación tan desfavorable acerca de nosotros mismos, pero como en el caso de Pablo, nosotros "Tampoco estamos conscientes de cosa alguna contra nosotros". Sin embargo, es Jehová quien nos examina, por consiguiente, debemos preguntarnos: Si esta es la evaluación que hemos obtenido de Dios, ¿Cuál será el resultado de esto? Esta respuesta la hallamos en la parte final del capítulo 29 de Isaías.
El versículo 14 nos dice que Dios "Volverá a actuar de manera maravillosa con este pueblo, de manera maravillosa y con algo maravilloso, la sabiduría de sus sabios tiene que perecer y el mismísimo entendimiento de sus discretos se ocultará".
Si el juicio mencionado aplica a la Cristiandad, entonces debemos preguntarnos: ¿De qué manera actuará Dios maravillosamente con ellos?, ¿Acaso no se considera algo bueno que Dios actúe maravillosamente con alguien? Debido a que el contexto en que se escribieron estas palabras relata la restauración del corazón del pueblo de Dios, debemos de concluir que la sabiduría que perece es, ni más ni menos, que la sabiduría del fiel y discreto esclavo de Jesús. Los versículos 15-16 corroboran esto, pues leemos: "Ay de los que van a gran profundidad en ocultar el consejo de Jehová mismo y cuyos hechos han tenido lugar en un sitio oscuro mientras dicen: ¿Quién nos está viendo, y quién sabe de nosotros? ¡Que perversidad la de ustedes! ¿Acaso al alfarero se le debe considerar igual al barro? Pues, ¿Debe decir la cosa hecha respecto a su hacedor: "Él no me hizo"? Y ¿Realmente dice la mismísima cosa hecha respecto a su formador: "Él no mostró entendimiento"?
Pablo citó la ilustración del alfarero y del barro, y la aplicó a los Cristianos del Primer Siglo que; de manera tonta, podían cuestionar como Dios actúa con su pueblo para lograr sus propósitos. Verdaderamente, Jehová es El Maestro Alfarero, El Hacedor y Formador del Israel de Dios para Su Gloria, y es perversidad, por parte nuestra, cuestionar el por qué es apropiado por parte de Dios, traer desconsuelo y confusión a su amada organización espiritual.
"Aquellos que "Bajan a la profundidad para ocultar el consejo de Jehová" solamente pueden ser aquellos que están en posición de dispensar el consejo de Jehová. Por lo tanto, la censura registrada en el pasado parece dirigida hacia aquellos que han ido lo más lejos posible para validar, y continuar la fantasía y ficción de muchas creencias. Esta es la causa principal que nos impide ver lo que nos depara el futuro.
La dura lección que estamos por aprender es que Jehová es la única fuente de luz y verdad. En Isaías 29:4 Jehová describe de manera críptica cómo Ariel; su siervo, es rebajado y humillado, de tal manera que parece que Ariel hablara por medio de un medium espiritista venido del más allá. De esta manera, Jehová predice cómo su siervo llegará a estar mudo, será silenciada en algún momento del futuro para convertirse en algo más que un insignificante murmuro; murmuro causado y silenciado por el juicio de Jehová en contra de ella.
Pero, ¿Qué propósito serviría a Jehová el reducir a ruinas a los que ha servido a sus intereses?, ¿no es que acaso que hemos inculcado la fe en Jehová en millones de personas? La respuesta es sí, pero esa fe debe de probarse bajo el fuego de la confusión y la duda. Todo esto nos hace recordar, y apreciar, la pregunta un tanto inquietante que hizo Jesús cuando dijo: "Sin embargo, cuando llegue el Hijo del Hombre, ¿Verdaderamente hallará la fe sobre la tierra?
La buena noticia es que cuando Jesús llegue sí encontrará fe verdadera en la tierra. Después del periodo de incertidumbre, angustia y sufrimiento que acompañará la presencia de Jesús para juicio, Jesús encuentra que es recibido por muchos de su pueblo. Isaías 29:18 nos dice: "Y en aquel día los sordos oirán ciertamente las Palabras del Libro y desde la oscuridad hasta los ojos de los ciegos verán. Y los mansos ciertamente aumentarán su regocijo en Jehová mismo, y aún los pobres de la humanidad estarán gozosos en El Santo de Israel".
El capítulo 29 de Isaías concluye con el apoderamiento de Jehová de su organización y así concluye nuestra instrucción. A Jacob se le asegura que sus hijos; las otras ovejas, vivirán. El último versículo dice "Y los que están errando en su espíritu realmente llegarán a conocer entendimiento y hasta los que están refunfuñando aprenderán la instrucción". Ciertamente Jehová va a actuar maravillosamente al corregir a su pueblo, y no a la Cristiandad como pensamos.
Al terminar el juicio de Jehová nunca más se presumirá de servir a sus hijos nada más que el mejor alimento espiritual. Y nunca más a los cristianos se les tendrá subyugado por medio de la tiranía y la amenaza de expulsión al cuestionar enseñanzas irrazonables. Es por eso por lo que los mansos se regocijarán pues "El tirano habrá llegado a su fin y el presuncioso será cosa del pasado."
En vista del gran aprieto en que nos hemos metido; el reproche que le hemos causado al Nombre de Jehová; y en vista de los miles de hermanos que han tropezado debido a estos hechos, ¿Cómo responderemos a la pregunta que nos hace Dios?, Dios, en su Palabra, nos pregunta: "¿Quién es ciego, sino mi siervo, y quién es sordo como mi mensajero al que envío?, ¿Quién es ciego como el recompensado, o ciego como el siervo de Jehová?" (Isaías 42:19)
Como mensajeros de Jehová, como sus siervos, y como esos recompensados por Él, nuestra humilde respuesta debe ser: ¡¡Nadie Padre, Nadie es más ciego que tus propios mensajeros!! ¡¡Nadie es tan ciego como tus propios siervos!! |
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