En En Juan 12:24 el señor dice : "si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto". La vida está en la semilla. Pero la semilla está rodeada de una cáscara, que algunas veces puede ser una corteza muy dura. Mientras ésta cáscara no se quiebre, la semilla no podrá germinar y crecer. ¿A qué se refiere esta muerte? la acción del calor, humedad y otros elementos de la tierra sobre la semilla, lo que ocasiona que una cáscara se rompa. No depende si la semilla tiene vida o no, sino de que la cáscara exterior se rompa. El versículo 25 sigue: "el que ama la vida de su alma, la perderá; y el que la aborrece en este mundo, para vida eterna la guardara". De acuerdo con la palabra el señor, la cáscara exterior es nuestra alma, nuestro yo, nuestra personalidad, y la vida interior dentro de la semilla, en este caso sería en nuestro espíritu que habita junto al Espíritu Santo dentro de nosotros, con el convencimiento de vida eterna, para que éstos dos espíritus puedan brotar unidos, por medio de nosotros, se debe primero romper esa cáscara exterior, que sería nuestra alma pecadora y muy contaminada por este mundo. Dios utiliza para ello el quebrantamiento (hasta Jesucristo lo experimentó). Sin un quebrantamiento genuino, nuestro espíritu junto al Espíritu de Dios no puede brotar al exterior, y esa verdadera vida es aprisionada, restringida y bloqueada por nuestra propia alma (nuestro yo, nuestra personalidad) así no podemos esperar que el mundo reciba la gracia de Dios por medio de nosotros. Todo lo que nos sucede en esta vida, tiene mucho sentido, el señor nunca hace nada en vano, debemos entender que es la mano de Dios es la que nos disciplina (Jesus aprendio obediencia) una muchos no son quebrantados porque se aman demasiado a sí mismos, el amor propio es un gran obstáculo, otras veces sólo ven a los hombres y piensan que éstos son sus enemigos,sin hacer una autoevaluación instrospectiva de la contaminación cultural de este mundo dirigido por satanas, teniendo muchas veces vigas en los ojos y todo tipo de impuresas en los sentidos y en el pensamiento, actuando como murallas de contención, evitando así la manifestación del verdadero Dios que vive dentro de nosotros, como muy bien lo expresa Pablo en la epístola a los romanos capítulo 7.
Dios no cambia nuestra alma de un golpe , por medio de la disciplina y quebrantamiento el señor va abriendose pasó a través de nuestro carácter,El quiere que nuestra alma ame , piense, y tome decisiones acordes con nuestro espíritu unido al Espíritu Santo que moran en nuestro interior.
Nadie es útil para Dios sin pasar por el proceso de quebrantamiento, como es el caso de Jacob en el A.T. el era astuto, problemático, hábil y tramposo, tuvo que pasar muchos sufrimientos pues Dios lo fue quebrantado poco a poco hasta lograr de el una persona realmente transparente y sabía con madurez excepcional. Debemos saber valorar y aceptar el quebrantamiento de nuestra alma rodeada de escudos viciados y contaminados por éste mundo satánico.
Dios nos ha escogido para que le sirvamos, y ese debe ser nuestro destino, que su Espíritu Santo junto a nuestro espíritu humano, puedan manifestarse juntos a través de nuestra personalidad (alma) sin trabas, contaminaciones mundanas, intereses mezquinos etcétera, para así guiar a otros al Señor y al conocimiento de Dios que fluye de nuestro interior.
Muchas veces somos azotados por Dios aún sin saberlo, somos humillados y heridos y se producen cicatrices que serán los canales por donde nuestro espíritu humano junto al Espiritu de Dios, fluyan de nuestro interior. Que el señor nos hable exterior e interiormente y poder orar diciendo : "Dios santo, ahora entiendo que todas mis experiencias provienen de ti y han tenido como finalidad que tu propósito se exprese por medio de mi persona, perdoname por no darme cuenta antes, por causa de mi amor propio he creído que con sólo el conocimiento de tu doctrina, teología, de la Biblia, sería suficiente para servirte como siervo útil, ahora me doy cuenta que he desperdiciado mucho de tu tiempo, Señor quebranta mi alma para un arrepentimiento genuino, y me consagró sinceramente a ti . Vuelvo a encomendar mi vida en tus manos. Que así sea.
Fran
Primer
Anterior
2 a 4 de 4
Siguiente
Último
|