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Harold Camping, el "rey del Apocalipsis", habló con La Estrella desde Estados Unidos.
Siendo justos, Harold Camping ya se equivocó cuando anunció para 1994 la segunda venida de Jesucristo. Esta vez, sin embargo, el pastor de 89 años -creador de una especie de secta apocalíptica, al amparo de su cadena radial Family Radio- asegura, a quien quiera escucharle, que sus nuevos cálculos establecen que el mundo, tal como lo conocemos, llegará a su final con toda seguridad el próximo sábado 21 de mayo.
En entrevista con La Estrella desde California, Camping ratifica sin asco su profecía y da mayores detalles de lo que, a su juicio, vendrá por estos lares.
-¿Qué ocurrirá exactamente el 21 de mayo?
"A las 6 de la tarde, acaecerá un gran terremoto, tan grande que convertirá vuestro sismo del año pasado en un juego de niños. Déjeme leerle el Libro de las Revelaciones, capítulo 15, versículo 18. Esto viene de boca de Dios. Escuche: Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. El mundo completo ha violado las leyes de Dios, por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga. Y así sigue, una y otra vez".
-¿Y dónde comenzará todo esto?
"El gran terremoto comenzará en Nueva Zelandia. Así sabremos que el Día del Juicio Final ha llegado. Todo el mundo podrá verlo por televisión".
-¿O sea, desde Nueva Zelandia vendrá directo a Chile?
"No. El gran sismo seguirá al sol, por lo que calculo que vuestro fin llegará unas diez o doce horas más tarde. Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento".
-¿Qué ocurrirá después?
"El mundo estará completamente devastado. Serán imágenes mucho más cruentas que las que vimos en Japón (...) Los escasos sobrevivientes clamarán por misericordia. Pero ya será demasiado tarde".
Reyes de la tierra
-En Chile existe un pueblo llamado Olmué, donde extranjeros han comenzado a construir refugios subterráneos. ¿Qué le sugiere eso?
"Qué interesante. Y dígame, ¿aceptan ellos que el fin del mundo será este 21 de mayo?"
-No quiero restarle méritos, pero me parece que están más preocupados por la interpretación de las teorías mayas que apuntan a 2012.
"¡Ilusos! Ya lo dice el Libro de las Revelaciones. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes. Creen que conseguirán escapar, pero eso no va a suceder. Intentarán guarecerse como ratas en sus cuevas. Pero no se salvarán".
-Pero en el sur de Chile parece haber buenos reductos para esconderse, específicamente en la Antártica...
"¡No hay lugar alguno! Todo lo que conocemos por mundo será completamente destruido. Dios quemará y destruirá el planeta. Y nadie será nunca jamás recordado".
-¿Nuestro terremoto del 27 de febrero fue una señal?
"La Biblia no dice que los sismos sean una señal del fin, pero sí explica que Dios manda este tipo de desastres como una advertencia de que el final está cerca. A mí me parece que Dios ha aumentado tales señales en el último tiempo. Chile, Indonesia, Japón".
-Pero Chile fue reconocido por el rescate de los 33 mineros. ¿No es una señal de esperanza?
"¡No! ¡Eso no es esperanza! ¡Es exactamente lo opuesto! Creemos que no debemos preocuparnos de los desastres. Suponemos ser tan listos, que nada puede alterarnos. Lo único que ustedes hicieron fue desafiar a Dios, diciéndole 'mira lo que somos capaces de hacer'. Lo de los mineros fue un tremendo indicador de lo que el hombre puede hacer cuando Dios se lo permite. Nada más que eso".
-¿Algún mensaje final para nuestro país?
"Sí, Chile se ha convertido en un país maravilloso. Admiro cómo lograron levantarse después del terremoto. Acá, a California, también llegan muchos productos chilenos de gran calidad. Pero eso no los ayudará en nada cuando llegue el Día del Juicio Final. Dios no va a titubear, amigo mío. Prepárese".
En entrevista con La Estrella desde California, Camping ratifica sin asco su profecía y da mayores detalles de lo que, a su juicio, vendrá por estos lares.
-¿Qué ocurrirá exactamente el 21 de mayo?
"A las 6 de la tarde, acaecerá un gran terremoto, tan grande que convertirá vuestro sismo del año pasado en un juego de niños. Déjeme leerle el Libro de las Revelaciones, capítulo 15, versículo 18. Esto viene de boca de Dios. Escuche: Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. El mundo completo ha violado las leyes de Dios, por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga. Y así sigue, una y otra vez".
-¿Y dónde comenzará todo esto?
"El gran terremoto comenzará en Nueva Zelandia. Así sabremos que el Día del Juicio Final ha llegado. Todo el mundo podrá verlo por televisión".
-¿O sea, desde Nueva Zelandia vendrá directo a Chile?
"No. El gran sismo seguirá al sol, por lo que calculo que vuestro fin llegará unas diez o doce horas más tarde. Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento".
-¿Qué ocurrirá después?
"El mundo estará completamente devastado. Serán imágenes mucho más cruentas que las que vimos en Japón (...) Los escasos sobrevivientes clamarán por misericordia. Pero ya será demasiado tarde".
Reyes de la tierra
-En Chile existe un pueblo llamado Olmué, donde extranjeros han comenzado a construir refugios subterráneos. ¿Qué le sugiere eso?
"Qué interesante. Y dígame, ¿aceptan ellos que el fin del mundo será este 21 de mayo?"
-No quiero restarle méritos, pero me parece que están más preocupados por la interpretación de las teorías mayas que apuntan a 2012.
"¡Ilusos! Ya lo dice el Libro de las Revelaciones. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes. Creen que conseguirán escapar, pero eso no va a suceder. Intentarán guarecerse como ratas en sus cuevas. Pero no se salvarán".
-Pero en el sur de Chile parece haber buenos reductos para esconderse, específicamente en la Antártica...
"¡No hay lugar alguno! Todo lo que conocemos por mundo será completamente destruido. Dios quemará y destruirá el planeta. Y nadie será nunca jamás recordado".
-¿Nuestro terremoto del 27 de febrero fue una señal?
"La Biblia no dice que los sismos sean una señal del fin, pero sí explica que Dios manda este tipo de desastres como una advertencia de que el final está cerca. A mí me parece que Dios ha aumentado tales señales en el último tiempo. Chile, Indonesia, Japón".
-Pero Chile fue reconocido por el rescate de los 33 mineros. ¿No es una señal de esperanza?
"¡No! ¡Eso no es esperanza! ¡Es exactamente lo opuesto! Creemos que no debemos preocuparnos de los desastres. Suponemos ser tan listos, que nada puede alterarnos. Lo único que ustedes hicieron fue desafiar a Dios, diciéndole 'mira lo que somos capaces de hacer'. Lo de los mineros fue un tremendo indicador de lo que el hombre puede hacer cuando Dios se lo permite. Nada más que eso".
-¿Algún mensaje final para nuestro país?
"Sí, Chile se ha convertido en un país maravilloso. Admiro cómo lograron levantarse después del terremoto. Acá, a California, también llegan muchos productos chilenos de gran calidad. Pero eso no los ayudará en nada cuando llegue el Día del Juicio Final. Dios no va a titubear, amigo mío. Prepárese".
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