La LEY DEL ESPIRITU DE VIDA, que es la que me guía en esta dispensación de los últimos tiempos que nos ha tocado vivir, y esto gracias a la muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, teniendo en cuenta que la muerte con Cristo, es del todo suficiente para que el pecado no nos destruya, pues no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia.
Se muy bien, que por naturaleza soy un hombre "vendido al pecado" (romanos 7: 14),e igual que el apostol Pablo, soy carnal y por supuesto, el bien no vive dentro de mi, y ciento que así no puedo agradar a Dios (romanos 8: 8),como descubrí esto? Pues porque me lo explico la ley del antiguo pacto, la ley de Moisés hace manifiesta nuestra gran debilidad, pues cuando se aplica esta ley en mi, que soy un hombre pecador, resalta grandemente y se manifiestan mis pecados, en cuanto más quiero guardar la ley, siempre quedó en evidencia, y mis pecados claman a gran voz.
Por supuesto que nuestro Padre celestial planificó y sabía todo esto, pero nosotros no, y por eso EL tuvo que llevarnos con experiencias traumáticas y dolorosas a un reconocimiento de la realidad de quienes somos, necesitamos que se nos pruebe nuestra debilidad. Y para eso Dios creó la ley, aún sabiendo EL muy bien , de que la quebrantaríamos , no sólo el pueblo de Israel, sino todo aquel que quiera cumplirla, fracasará irremediablemente, entiendo con impotencia de que estoy perdido y necesito la misericordia de Dios (entonces la ley del antiguo pacto ha cumplido su propósito) pues ha sido la guía para llevarnos al señor Jesucristo, para que así EL cumpla la ley en nosotros (galatas 3:24).
CRISTO NOS LIBERA DE LA LEY; en la epístola a los romanos 7: 1-4; Pablo nos ilustra, como nos liberamos de la ley, supongamos que una mujer está casada con un marido.muy correcto Que representa la ley de Moisés, y ella no soporta las imposiciones, juicios y normas autoritarias que le impone este marido a quien ella esta atada por un lazo legal, ellos no congenian en absoluto, pero su marido tiene derechos sobre ella, y sus demandas, son legítimas, la pobre mujer vive atribulada y comete errores, el marido que es la ley, la castiga y la tortura, como firmó un matrimonio para toda la vida, la única solución es que alguno de los dos muera, y así quedará libre, el está sano y vivira toda la vida (la ley es para toda la vida ).Mateo 5:18.
La mujer mientras tanto ha conocido un hombre bueno (que representa a Cristo ) ,ella piensa: puedo casarme en segundo matrimonio si mi primer marido muriera, pero no va a morir ni hay divorcio posible. La única forma de romper con esta atadura de la ley , medita ella, es muriendo, pues la ley no se va , pero yo sí, piensa ella, y mediante la muerte me libro de la la ley . Pues tengo claro, que la ley nunca pasara, pues las demandas justas de Dios, permanece para siempre, y si yo vivo, tengo que cumplir con esas demandas de la ley ; pero si muero, la ley ha perdido sus derechos sobre mi, y no me puede seguir más allá de la muerte. Pues su poder para seguir con sus demandas ha terminado.
Y ahora surge la pregunta; piensa ella; ¿cómo voy a morir yo? Y aquí está la maravilla de la obra de nuestro señor Jesucristo: "así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo..." (romanos 7:4) . Dios nos unió a EL , cuando EL fue sacrificado en el madero, y nosotros hemos muerto con EL (mediante el bautizmo, morimos y resucitamos con Cristo). Esa muerte unida a EL , la libró a ella, y a nosotros también, para siempre de la ley del antiguo pacto.
Pero nuestro señor no permaneció en la tumba, sino que resucitó al tercer día, y puesto que estamos todavía en EL, también nosotros hemos resucitado, su resurrección fue corporal y gloriosa. Por lo que "mediante el cuerpo de Cristo"... no solo somos muertos a la ley, sino que estamos vivos para el padre celestial. El propósito de Dios Padre fue claro y glorioso: "PARA QUE SEAIS DE OTRO" (romanos 7: 4).
La muerte rompió el anterior lazo matrimonial; así que la mujer desesperada por las constantes demandas de la ley de su primer marido, que nunca la ayudo, ahora se ve libre para unirse a otro hombre, a Cristo, que le da poderes para qué "LLEVEMOS FRUTO PARA DIOS" (romanos 7:4). Ahora esa mujer al estar unida a su segundo marido también comparte sus bienes y sus infinitos recursos están a nuestra disposición, haciendo buen uso de ellos y enfrentando todas las demandas . .
LA LEY DEL ESPIRITU DE VIDA: ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
Porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (romanos 8: 1-2).
Francisco Toro P.