La Arquidiócesis de México considera cerrar las puertas de la Basílica de Guadalupe para evitar un atentado contra el Ayate de la Virgen, informó en exclusiva para IMPACTO, el vocero Hugo Valdemar y el presidente de los Abogados Católicos, Armando Martínez.
En un hecho sin precedentes, un grupo de golpeadores identificados como “evangelistas” irrumpió a gritos en la misa dominical y rompió una imagen en barro de la Virgen de Guadalupe.
Los hechos violentos se dan en el marco de la resolución del IFE para sancionar a Hugo Valdemar por ejercer la libertad de expresión contra el PRD y la sanción de la Secretaria de Gobernación; la acción se dio en el marco de las agresiones del presidente del PRD, Jesús Zambrano contra el vocero Hugo Valdemar.
El cierre de la Basílica se toma como una medida precautoria considerada por autoridades de la Arquidiócesis, según Valdemar y el presidente de los abogados católicos, Armando Martínez.
Cuatro años atrás, el 19 de noviembre del 2006 la Catedral de México cerró sus puertas durante seis días por la incursión violenta de un grupo perredista que en un principio fue negado por José Guadalupe Acosta Naranjo pero después quedó acreditada su identidad por las propias autoridades del Gobierno del DF como militantes del PRD de la delegación Azcapotzalco.
Las incursiones de Gerardo Fernández Noroña estuvieron caracterizadas por la falta de respet; en un momento llegó hasta el altar con una lengua de vaca para ironizar sobre la libertad de expresión del Cardenal Norberto Rivera Carrera.
En la época de la persecución religiosa, el Ayate Guadalupano sufrió un atentado con explosivos el 14 de noviembre de 1921 por un grupo de extremistas con motivo de la toma de posesión de una prebenda en el coro por el presbítero Antonio Castañeda.
Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario.
En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe.
Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen.
Luego del primer momento los fieles reaccionaron y se dirigieron hacia el grupo de obreros, dispuestos a linchar al culpable. Entonces llegó el presidente municipal de la Villa, quien en esos momentos recibió una llamada telefónica del Presidente de la República, General Álvaro Obregón, quien le encargó que "dé usted garantías al preso que acaban de detener. Yo mando por él".
De inmediato se acudió a observar qué había pasado con la imagen; se habían caído la cortina que cubre el cuadro, candeleros y floreros, y un pesado crucifijo de bronce que se dobló hacia atrás por la explosión.
El ayate de Juan Diego donde está estampada la Virgen de Guadalupe no sufrió ningún daño; el dispositivo explosivo fue un cartucho de dinamita para minas.
RECHAZA PRD ACUSACIONES
El PRD se deslindó ayer mismo de cualquier agresión y acto violento contra la Iglesia Católica, sus fieles y autoridades, y demandó que se establezcan las responsabilidades -conforme a la ley- hacia quienes incurrieron en ello.
A través de un comunicado de prensa, la dirigencia nacional del Sol Azteca condenó asimismo, toda acción que infrinja las libertades de los mexicanos, particularmente la de credo.
Además enumera también rechaza las acusaciones que hicieran voceros de la Arquidiócesis Primada de México, en contra de la dirigencia nacional de este instituto político, ya que carecen de fundamento alguno, y reiteró su convicción y deseo para que, -en un marco irrestricto del derecho-, logremos establecer una relación de convivencia mutua entre la jerarquía eclesiástica y el PRD, a efecto de que podamos mantener un diálogo constructivo.
Finalmente, expresó absoluto respeto a los millones de hombres y mujeres del país que profesan la religión Católica. (Mónica Alcántara)