Un chiste
Un judío, un católico y un evangélico se toparon en una montaña, ya que estaban de
excursión al aire libre con la naturaleza y los tres empiezan a presumir sobre
el número de fieles que tenían entre ellos,
y el judío decía que ellos tenían el mayor número de personas y que la
conversión a su religión era mejor que las demás y más fácil.
El católico y evangélico respondían igual, decían que tenían
más personas en sus religiones y que era más fácil su sistema de conversión a
las personas.
Entre la discusión, viene el evangelio y reta al judío y al
católico para hacer una conversión al primer ser viviente que vean.
No había ni un alma en la montaña y dé repente entre las ramas aparece un enorme
oso, parecido a este:
Y el evangélico reta al católico y al judío que se habienten para convertir
al oso y ver quien lo convierte a su religión.
Los tres se habentaron a convertir al oso y a los cuatro
días después, los tres están en el hospital y en el hospital cuentan como fue
la conversión y ver quien gano.
El Primero en contar su historia fue el católico, y el
católico estaba con heridas menores con
un yeso en el brazo, y cuenta y dice:
hermanos yo me acerque al oso, pero el oso me agarro por el brazo y me tiro
al suelo, entonces tuve miedo en acercarse al oso, por eso sali corriendo con el oso persiguiendome, recé 20 padre nuestros y 50
avemaría y le eché agua vendita al oso y el oso callo a mis pies mansito y no hiso nada.
Luego el Evangélico cuenta su historia, el estaba mucho mas
herido, tenia los brazos y las piernas
enyesadas, estaba en silla de ruedas y dice:
bueno hermano, tu
sabes muy bien que nosotros no le oramos a la virgen, ni creemos en nada de
eso, nosotros no tenemos miedo a nada, y cuando vi al oso, le ordene en el
nombre del dios trino, para que se quedara quieto, pero no me hiso caso, por lo
que me enfrente cara a cara con el oso, los dos estábamos en la cima de la
colina agarrados de brazo a brazo, el oso como tenía más fuerza que yo, decidí
en empujarlo de la colina pero él me agarro y los dos
empezamos a rodar por toda la montaña hasta abajo, cuando llegamos al final ,
había un rio y use lo último de mis fuerzas para meter al oso y bautizarlo , y
cuando lo hice , el oso callo rendido a mis pies mansito.
Luego se acercan al judío, para que el cuente su
historia, y el judío estaba en cama, con
la posibilidad de morir en cualquier momento, estaba vendado de pie a cabeza,
con varias maquinas que determinaban si estaba vivo o no, y con sueros que le
alimentaban.
A lo que el judío con mucho esfuerzo les dice al católico y
al evangélico:
“HERMANOS, CREO QUE LA CIRCUNCION NO FUE BUENA IDEA PARA
CONVERTIR AL OSO”.
JAJAJA, espero haberlos hecho reír un poquito, muchos
saludos hermanos en la fe.
Gracia y Paz.