torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos,
para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus
moradores como Gomorra. 15 Por tanto, así ha dicho IEVE de los ejércitos contra aquellos
profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los
profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.
16 Así ha dicho IEVE de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os
profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la
boca de IEVE. 17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: IEVE dijo: Paz tendréis; y a
cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de IEVE, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento
a su palabra, y la oyó? 19 He aquí que la tempestad de IEVE saldrá con furor; y la tempestad
que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. 20 No se apartará el furor de IEVE
hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los
postreros días lo entenderéis cumplidamente.
21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban. 22
Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo
habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
23 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice IEVE, y no Dios desde muy lejos? 24 ¿Se ocultará
alguno, dice IEVE, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice IEVE, el cielo y la
tierra? 25 Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre,
diciendo: Soñé, soñé. 26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que
profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? 27 ¿No piensan cómo hacen que
mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al
modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal? 28 El profeta que tuviere un sueño,
cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene
que ver la paja con el trigo? dice IEVE. 29 ¿No es mi palabra como fuego, dice IEVE, y como
martillo que quebranta la piedra? 30 Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice
IEVE, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. 31 Dice IEVE He aquí que yo
estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. 32 He aquí, dice IEVE,
yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo
con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron
a este pueblo, dice IEVE.
33 Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la
profecía de IEVE? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho IEVE. 34 Y al profeta, al
sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de IEVE, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre
su casa. 35 Así diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha
respondido IEVE, y qué habló IEVE? 36 Y nunca más os vendrá a la memoria decir: Profecía
de IEVE, porque la palabra de cada uno le será por profecía; pues pervertisteis las palabras del
Dios viviente, de IEVE de los ejércitos, Dios nuestro. 37 Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió
IEVE, y qué habló IEVE? 38 Mas si dijereis: Profecía de IEVE, por eso IEVE dice así: Porque
dijisteis esta palabra, Profecía de IEVE, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Profecía de
IEVE, 39 por tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros
y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres; 40 y pondré sobre vosotros afrenta
perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido.