Coincido con el hermano Jabal.
Ya sea cristiano o no participarán a la guerra no por Dios ni Cristo sino por su país y por su familia, no cumple la defensa legítima, solamente la patria mundana, eso predice el libro de Santiago 4. Para ser verdadero soldado de Cristo tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres y defender tanto la verdad que proteger sus propias tierras porque seremos recompensados, así como está escrito:
19 »No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar.20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
y
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.