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LA SALVACIÓN ES UN PROCESO GRADUAL
Se puede demostrar muy fácilmente con el nuevo Testamento que los cristianos AUN NO HEMOS SIDO SALVOS, sino que la salvación es para el futuro.
Lo que hemos recibido los cristianos es la JUSTIFICACIÓN Y LA RECONCILIACIÓN CON DIOS, ¡pero no la salvación plena!, ya que la salvación total la recibiremos solamente cuando el Señor venga del cielo en gloria, y es entonces cuando él nos salvará. Para comprobar esto vamos a analizar unos cuantos pasajes del Nuevo Testamento:
"Mas el que persevere hasta el fin, éste será (tiempo futuro) salvo" (Mt.24:13).
"El que creyere y fuere bautizado, será (tiempo futuro) salvo; mas el que no creyere, será condenado." (Mr.16:16).
"Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será (tiempo futuro) salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos." Jn.10:9).
En esas palabras del Señor la enseñanza es bien clara: la salvación es algo FUTURO (será), y para recibirla hay que perseverar en la fe hasta el fin. Por lo tanto, decir que la salvación ya se recibe plenamente en el momento que creemos en el Mesías es completamente falsa, es una doctrina de demonios (1Tm 4:1).
Veamos ahora lo que enseñó el apóstol Pablo:
"Pues mucho más, estando ya (tiempo pasado) justificados en su sangre, por él seremos salvos (tiempo futuro) de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios (tiempo pasado) por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados (tiempo pasado), seremos salvos (tiempo futuro) por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido (tiempo pasado) ahora la reconciliación." (Ro.5:9-11). Este pasaje de Pablo es de una importancia crucial para el cristiano, ya que en él Pablo hace un juego de tiempos, mezclando el pasado y el futuro.
El pasaje es muy claro: lo que hemos recibido en el pasado es la JUSTIFICACIÓN Y LA RECONCILIACIÓN CON DIOS, por medio de la muerte del Hijo, sin embargo, al mismo tiempo dice que SEREMOS SALVOS POR SU VIDA, y esto está en tiempo futuro "seremos".
Observe que Pablo no dijo que seremos salvos por la sangre de Jesucristo, sino que seremos salvos POR SU VIDA, es decir, por su resurrección, la cual es la garantía de nuestra futura resurrección gloriosa. Por consiguiente, la muerte de Jesucristo por nuestros pecados NO NOS SALVA, lo que hace la muerte de Jesucristo es JUSTIFICARNOS Y RECONCILIARNOS CON DIOS, sin embargo, la salvación es algo que recibiremos en el futuro, gracias a la resurrección (la vida) de Jesucristo. ¡Como han pervertido esta verdad del Evangelio las iglesias apóstatas de la cristiandad, haciendo caso omiso de esta clara enseñanza del apóstol Pablo!
"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás (tiempo futuro) salvo" (Ro.10:9). En este pasaje una vez más se enseña que la salvación es para el futuro ("será"). Para ser salvo obviamente primero hay que confesar que Jesús es el Señor (IEVE, y creer que el Dios Padre le resucitó de entre los muertos, y una vez que creemos esto, entonces recibiremos en el FUTURO la salvación.
"Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos." (Ro.8:24-25). Este pasaje de Pablo es interesantísimo, porque dice que en ESPERANZA fuimos salvos, es decir, la salvación es para el futuro, "en esperanza", lo cual significa que LA ESTAMOS ESPERANDO, tal como dijo Pablo: "lo aguardamos", pero al mismo tiempo para Dios es como si esa salvación ya se hubiera efectuado en el cristiano, ya que Dios no está sujeto al tiempo, él llama a las cosas que no son, como si ya fuesen.
La salvación es para el cristiano un PROCESO gradual, ¡no es algo que se cumple cuando creemos en el Evangelio, sino que ¡COMIENZA cuando creemos en el Evangelio!, y se
cumplirá plenamente en el futuro, cuando venga Jesucristo en gloria, y entonces recibamos la salvación y la vida eterna en el Reino de Dios.
Que la salvación es un proceso gradual, se puede comprobar en los siguientes pasajes del Nuevo Testamento: "por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano." La correcta traducción de ese pasaje sería "estáis siendo salvados", y somos salvados a condición de que retengamos la palabra o Evangelio que Pablo predicó. Veamos otro pasaje de Pablo: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Ef.2:8-9). En este pasaje una vez más vemos como la salvación es un proceso gradual: somos salvos por gracia, por medio de la fe, no por obras. Pero esta salvación por gracia, y no por obras, es algo que se cumplirá o manifestará en el futuro; ¿cuando?, pues veamos: "así también el Mesías fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan." Este pasaje dice bien claro que los cristianos serán salvos plenamente CUANDO JESÚS APAREZCA POR SEGUNDA VEZ, y solo aquellos que le esperan serán salvos. Estas palabras de Pablo están en completa armonía con estas otras palabras del apóstol Pedro: "que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero" (1Pe.1:5). En este pasaje Pedro fue meridianamente claro: él dijo que la SALVACIÓN es algo que debemos ALCANZAR, ¡no es algo que ya tengamos!, sino algo para el futuro, y que debemos alcanzar, y esa salvación está preparada, para que sea manifestada en el TIEMPO POSTRERO, es decir, cuando el Señor aparezca o manifieste por segunda vez, para salvar a los que le esperan (Heb.9:28).
AUN NO HEMOS RECIBIDO LA HERENCIA DE LA VIDA ETERNA
Los hijos de Dios somos HEREDEROS de Dios, y coherederos con Jesús: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Jesucristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados." (Ro.8:17, Gal.3:29, Ef.3:6, Tito 3:7, Heb.1:14). Por lo tanto, al ser herederos significa que los hijos de Dios NO hemos RECIBIDO todavía esa herencia prometida: la salvación plena o vida eterna. ¿Cuándo recibiremos esa vida eterna? ¿la recibimos cuando creemos en el Evangelio?, ¡no!, la vida eterna nos es ADJUDICADA cuando creemos en el Evangelio: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios" (1Jn.5:13). Pero esta vida eterna que ya tenemos los cristianos la tenemos solo por fe, ¡aun no la hemos recibido!, pues Pablo dijo que esta vida eterna es el FIN o meta de la vida del cristiano: "...tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna." (Ro.6:22). El Señor Jesús fue bien claro al enseñar que la vida eterna no es algo que ya tengamos ahora los creyentes, sino algo que recibiremos en el FUTURO, en el siglo venidero: "Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna." (Lc.18:29-30). Esa herencia de la vida eterna y el reinado sobre el mundo la recibirán los justos cuando Jesús venga a la tierra para gobernar las naciones: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones... Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reinado (basileia) preparado para vosotros desde la fundación del mundo... e irán estos al castigo eterno, más los justos a la VIDA ETERNA" (Mt.25:31, 34, 46). Por lo tanto, los que creemos en Jesucristo, tenemos la vida eterna. ADJUDICADA POR LA FE (1Jn.5:13), esa es la herencia que el Padre tiene preparada para sus hijos, PERO ESA HERENCIA DE LA VIDA ETERNA (la salvación plena) AUN NO LA HEMOS RECIBIDO, ya que la recibiremos en el siglo venidero, cuando Jesús venga en gloria. Por lo tanto, es completamente falsa esa doctrina de que los cristianos ya tenemos la vida eterna cuando creemos en Jesucristo. Cuando usted escuche a alguno de esos famosos "evangelistas" de pacotilla decir que usted ya es salvo y que recibe la vida eterna en el momento de creer en El Cristo, tenga usted la completa seguridad de que dicho "evangelista" está mintiendo. Cuando usted vea o escuche a alguno de esos "evangelistas" de fama mundial decir al público: "levanten la mano para ser salvos" o "pasen al frente para recibir la salvación", tenga usted la completa seguridad de que dicho "evangelista" es un embaucador y un embustero, pues está enseñando un FALSO EVANGELIO, muy diferente al que predicaron Jesucristo y sus apóstoles. Esos engañadores de fama mundial han hecho creer a millones de personas que ellos ya son salvos por el simple hecho de hacer una "oración para recibir a Cristo ", y de esta manera ellos han introducido en la mente de sus oyentes un engreimiento y arrogancia espiritual espantosa. La enseñanza del Nuevo Testamento, como hemos visto, es totalmente diferente a lo que predican esos falsos evangelistas: LA SALVACIÓN NO SE RECIBE CUANDO CREEMOS EN Jesucristo, pues lo que recibimos cuando creemos en el verdadero Evangelio es solamente la justificación y la reconciliación con Dios, pero la salvación o vida eterna es un proceso que la recibiremos solamente en el futuro, cuando Jesucristo venga del cielo con gran poder y gloria. Los que creemos en el verdadero Evangelio ya somos hijos de Dios, sin embargo, aun no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero cuando se manifieste, seremos semejantes a Dios, porque le veremos como él es (1Jn.3:2-3).
Gracia y Paz
(tomado de las 21 tesis de Tito)