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De: Eutico (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2012 01:12 |
hermanos, me podrían ayudar a comprender este pasaje por favor? gracias
Juan 14
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Jesús, el camino al Padre
14 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
¿Que significan estas frases?
1) en el cielo Dios ya tiene " MORADAS " ¿Son casas para ser habitadas?
2) Jesus fue a preparar " LUGAR " para nosotros. ¿Que significa aquel LUGAR?
3) Jesus estaba en la tierra cuando dijo; "Donde YO ESTOY, vosotros también estéis", ¿A que se refiere esto?
Muchas gracias por su ayuda. |
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De: cpllpr |
Enviado: 08/05/2012 15:53 |
Estimado Eutico,Jesús está hablando de la nueva Jerusalén:
Vi también que la ciudad santa,la nueva Jerusalén,bajaba del cielo,donde vive Dios.
La ciudad parecía una novia vestida para su boda,lista para encontrarse con su novio.(Apocalipsis 21:2).
Ustedes,por el contrario,se han acercado al monte Sión y a la ciudad de Dios,quien vive para siempre.
Esa es la ciudad de Jerusalén,que está en el cielo.(Hebreos 12:22).
"A los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí,
les daré un lugar importante en el templo de mi Dios,y nunca tendrán que salir de allí.
En ellos escribiré el nombre de mi Dios y el de la ciudad celestial,que es la Nueva Jerusalén que vendrá.
También escribiré en ellos mi nuevo nombre.(Apocalipsis 3:12).
Pero Sara representa el nuevo pacto,por el cual pertenecemos a la Jerusalén del cielo,
la ciudad de todos los que somos libres.(Gálatas 4:26).
Después vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas plagas terribles´
y me dijo:"Acércate;voy a mostrarte a la novia,la que va a ser la esposa del Cordero".
Y en la visión que el Espíritu de Dios me mostró,el ángel me llevó a un cerro grande y alto,
y me enseño la gran ciudad santa de Jerusalén,que bajaba del cielo,donde está Dios.(Apocalipsis 21:9-10). |
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Estimado Eutico, a mi también me causaba incertidumbre el texto de Juan 14:1,4 que dice:
Juan 14:1-4
1 “No se les perturbe el corazón. Ejerzan fe en Dios, ejerzan fe también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. 3 También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes. 4 Y a donde yo voy ustedes saben el camino.” (TNM)
Pareciera que Jesús estuviera diciendo que él se iría al cielo a “construir” muchas moradas o casas para nosotros, como si fuera una unidad habitacional o fraccionamiento. Incluso muchas corrientes religiosas eso es lo que pregonan de estos textos, por eso aseguran que el cristiano tienen ya una morada eterna en el cielo junto a Dios y a Cristo
En el texto ya citado, Jesús le dice a sus discípulos primeramente: “No se perturbe su corazón, ejerzan fe en Dios y su Mesías”, ¿Por qué habrá dicho esto Jesús?
También continua diciendo: “En la casa de mi Padre”; “voy a preparar un lugar para ustedes”; “ si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo” ¿?; “a donde yo voy, ustedes saben el camino”.
¿Por qué es muy rebuscado el texto? ¿Por qué Jesús si se estaba refiriendo al cielo, no dijo algo más entendible como por ejemplo:
“En el cielo en donde vive mi Padre, hay muchas moradas en donde ustedes disfrutarán viviendo alli con el Dios Padre. Así que voy a prepararles un lugar para que ustedes cuando lleguen allí yo los reciba y estaremos juntos otra vez. Por lo tanto ustedes ya saben que voy al cielo”.
Con una redacción así de antemano quedaría probado que al morir, existiría en nosotros una parte incorpórea que le llaman “alma” y en esa condición nos trasladaremos al cielo a morar con Jesús y Dios. Esto desde luego que chocaría con lo que enseñan las Escrituras sobre la condición de los muertos, contra la definición bíblica de espíritu, y desde luego contra la resurrección de los muertos que será en la tierra y no en el cielo.
Lo que no debemos “perder de vista” es el momento en que Jesús dijo estas palabras registradas en Juan 14:1-4. No fue después de su resurrección de entre los muertos, ya que de ser así se entendería que en verdad él estaba a punto de ascender al cielo, sino que fue antes de su aprensión y muerte. Por eso, sabedor de lo que sobrevendría, muy acertadamente dijo antes: “No se perturbe su corazón, ejerzan fe en Dios y en Jesús” En otras palabras, Jesús los estaba preparando para cuando él tuviera que morir y por lo tanto, al sobrevenirles persecución, no claudicaran en su fe. Por favor si pueden, lean todo el capitulo 13 y todo el 14 del evangelio de Juan, tal vez perciban lo mismo que yo.
Así, el lugar a donde iba Jesúsen ese momento, era a la muerte y después de tres días y tres noches, una vez resucitado por el poder del Santo Padre Celestial, regresaría triunfalmente para recibir nuevamente a sus discípulos en la casa del Padre, es decir la congregación cristiana y así mismo, toda vez que una vez resucitado podía en su espíritu morar en cada uno de ellos.
Por lo tanto Jesús como el Ungido de Dios, murió colgado en el madero por nuestros pecados y nosotros, ejerciendo fe en su sangre derramada, en este loable sacrificio, en esta provisión del Altísimo, y creer que Dios lo resucitó de entre los muertos como un ser glorioso y con todo poder, pudiéramos entonces ser redimidos. Por eso, una vez resucitado, Jesús, se forjó a si mismo en su pueblo redimido para que pudiera ser regenerado, un pueblo libre de la esclavitud del pecado y de la muerte, libres de los castigos del al Ley judía, un pueblo nacido espiritualmente ahora de Dios. Y el resultado de esto, es que ahora Dios y Jesús pueden estar en nosotros y nosotros en Él, así lo dicen Juan 14:20 y 1 Juan 4:13
Juan 14:20
20 En aquel día ustedes conocerán que yo estoy en unión con mi Padre y ustedes están en unión conmigo y yo estoy en unión con ustedes
1 Juan 4:13
13 En esto adquirimos conocimiento de que permanecemos en unión con él y él en unión con nosotros, porque él nos ha impartido su espíritu.
Pero entonces, ¿Qué es la casa del Padre y cuales son las moradas?
En las Escrituras Jesús nunca citó el cielo, más bien dijo: “En la casa de mi Padre”, tal vez por esta expresión pudiéramos pensar inmediatamente que es el cielo, sin embargo, hay textos bíblicos que demuestran que la casa a la que se refería Jesús, no era el cielo, sino el templo de Dios.
En Juan 2:13-17 dice:
13 Pues bien, se acercaba la pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 14 Y halló en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores de cambios en sus asientos. 15 Por consiguiente, después de hacer un látigo de cuerdas, expulsó del templo a todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las monedas de los cambistas y volcó sus mesas. 16 Y dijo a los que vendían las palomas: “¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer de la casa de mi Padre una casa de mercancías!”. 17 Sus discípulos recordaron que está escrito: “El celo por tu casa me consumirá”.
En Lucas 19:46 en correlación a Isaías 56:7 se describe al templo como la casa de Dios ya que en esos textos, dice:
Lucas 19:46
46 diciéndoles: “Está escrito: ‘Y mi casa será casa de oración’, pero ustedes la hicieron cueva de salteadores”.
Isaías 56:7 7 yo también ciertamente los traeré a mi santa montaña y haré que se regocijen dentro de mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán para aceptación sobre mi altar. Porque mi propia casa será llamada hasta casa de oración para todos los pueblos”.
También un texto interesante que permite entender que el templo de Dios tenía muchas moradas o aposentos es el de Jeremías 35:1-4 que dice:
Jeremías 35:1-4 (La Biblia de las Américas)
1Palabra que vino a Jeremías de parte de Yahwéh en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, diciendo: 2Ve a la casa de los recabitas, habla con ellos, llévalos a la casa de Yahwéh, a una de las cámaras, y dales a beber vino. 3Entonces tomé a Jaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, y a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la casa de los recabitas, 4y los llevé a la casa de Yahwéh, a la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, hombre del Altísimo, la cual estaba cerca de la cámara de los oficiales, que estaba encima de la cámara de Maasías, hijo de Salum, guarda del umbral.
Podemos notar que en la casa de Dios, es decir, el templo, había diferentes aposentos, cámaras o moradas que estaba asignadas a personas de diferente rango también.
Por eso ahora en la iglesia de Dios o congregación del Altísimo, Jesús está preparando una asignación para nosotros en el reino venidero acá en la tierra. Jesús ahora como sumo sacerdote y con su propia sangre obtuvo liberación eterna para nosotros de nuestras obras muertas.
En Hebreos 9:11-15
11 Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han llegado a realizarse, mediante la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación, 12 él entró —no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre— una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberación eterna [para nosotros]. 13 Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Elohim vivo? 15 Por eso él es mediador de un nuevo pacto, para que, habiendo ocurrido una muerte para la liberación [de ellos] por rescate de las transgresiones bajo el pacto anterior, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna
Por lo anterior es entendible que Jesús haya aplicado por extensión a "la casa de mi Padre", el "Reino de Dios", la Jerusalén Celestial y a nosotros somos las moradas ya que las Escrituras, claramente dicen que el que ama a Jesús y guarda su palabra, Dios le amará y Jesús claramente dijo en Juan 14:21-23
21 El que tiene mis mandamientos y los observa, ese es el que me ama. A su vez, el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me mostraré a él claramente”. 22 Le dijo Judas, no el Iscariote: “Señor, ¿qué ha pasado que vas a mostrarte claramente a nosotros y no al mundo?”. 23 En respuesta, Jesús le dijo: “Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él.
¿No es este texto más claro que el agua? Es Jesús y Dios quienes vendrán a hacer morada con nosotros, nunca dice que iremos al cielo a vivir en una morada hecha para nosotros.
Efesios 2: 19-22 también dice:
19 Ciertamente, por lo tanto, ustedes ya no son extraños y residentes forasteros, sino que son conciudadanos de los santos y son miembros de la casa de Dios, 20 y han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular de fundamento. 21 En unión con él, el edificio entero, unido armoniosamente, va creciendo para [ser] un templo santo para Dios. 22 En unión con él, ustedes, también, están siendo edificados juntamente para [ser] lugar donde habite Dios por espíritu
En Mateo 5:5 Jesús dijo claramente que tenemos una promesa terrenal, no celestial:
5 ”Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra.
Esta es una promesa que se ha hecho en otra partes de las Escrituras como el salmos 37:22, 29
22 Pues los que están siendo bendecidos por él poseerán ellos mismos la tierra, pero aquellos contra quienes él invoca el mal serán cortados. 29 Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.
Isaías 60:21
21 Y en cuanto a tu pueblo, todos ellos serán justos; hasta tiempo indefinido tendrán posesión de la tierra, el brote de mi plantío, la obra de mis manos, para que [yo] sea hermoseado.
Por lo tanto, las moradas en el cielo no dejan de ser más que una simple ilusión para quienes no conocen al Dios verdadero y a su Ungido y están cautivos en doctrinas erroneas no sustentadas fehacientemente en las Escrituras, hasta han hecho de María, "la Madre de Dios" y es la que nos conducen a la "Patria Celestial", dicen
Contrario a eso, las Escrituras dicen claramente que podemos ya experimentar mediante el ejercer fe en el sacrificio de Jesúsde una relación fastuosa con el bendito PadreCelestial, gracias a la muerte y resurrección de su Ungido Jesús, quien ahora nos conduce al Padre pudiendo experimentar tal vez por adelantado en una mínima parte quizás, de lo que se manifestará a plenitud en el futuro en la llamada "Nueva Jerusalén", la ciudad santa, que descenderá del cielo, la desposada, esposa del Cordero.
Saludos cordiales
OTRO CRISTIANO
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De: Eutico |
Enviado: 09/05/2012 02:22 |
gracias hermanos por sus repuestas |
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De: lergel |
Enviado: 09/05/2012 14:38 |
estoy con lo expuesto de usted OTRO CRISTIAN MUY BIEN
Y CON LO DE LOS DEMAS TAMBIEN |
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De: JCMx |
Enviado: 09/05/2012 14:42 |
Indescriptiblemente en los cielos todo se ve invisible el reino del Altísimo, sus formas de edificios celestiales varian el esplendor geometrico, añado especialmente las palabras de Tito para saber más de ello:
-Tomado de las 21 tesis, pág.439-441.-
DESCRIPCIÓN DE LA NUEVA JERUSALÉN
A Juan le fue mostrada, de forma anticipada, esa gloriosa ciudad celestial, y la describió de la siguiente manera:Esa ciudad celestial tendrá la gloria de Dios, y resplandecerá como una gigantesca piedra preciosa de jaspe, transparente como el cristal (Ap.21:11).La nueva Jerusalén tendrá una muralla y 12 puertas custodiadas por 12 ángeles, y en cada puerta estará escrito el nombre de cada una de las 12 tribus de Israel (Ap.21.12). El simbolismo espiritual de esto es sencillo: los que entrarán en la nueva Jerusalén son el Israel de Dios y la descendencia de Israel, es decir, la Iglesia de Dios.La muralla de la ciudad tendrá 12 cimientos, en los que estarán los nombres de los 12 apóstoles de Jesucristo (Ap.21:14). El simbolismo espiritual de esto también es sencillo: la nueva Jerusalén, es decir, la Iglesia de Jesucristo, está edificada sobre el fundamento de los APÓSTOLES y profetas, tal como enseñó Pablo (Ef.2:20), es decir, las doctrinas de los cristianos verdaderos están basadas en la enseñanza de los 12 apóstoles, siendo Jesucristo la piedra del ángulo, en la cual todo el edificio de Dios (la nueva Jerusalén, la Iglesia) va creciendo, para ser un templo santo en el Señor (Ef.2:21). Observe, por tanto, como la nueva Jerusalén, descrita por Juan, tiene un simbolismo espiritual, es decir, ¡esa ciudad celestial será una ciudad LITERAL y física, pero con un simbolismo espiritual!.Juan dijo que la ciudad es de base cuadrada, de 2.200 kilómetros de largo, y 2.200 kilómetros de ancho, es decir, su inmensa extensión será como toda Europa. Ahora bien, Juan dijo que la ALTURA también medirá 2.200 kilómetros (Ap.21:16), lo cual indica que esa ciudad tendrá forma de PIRÁMIDE (no de cubo), ya que la estructura piramidal armoniza perfectamente conel simbolismo espiritual: en el vértice estaría el trono de Dios y de Jesucristo, del cual manará un río transparente agua de vida (Ap.22:1). En una estructura en forma de cubo esto sería imposible.La muralla de esa ciudad medirá 65 metros de altura (Ap.21:17).Los cimientos de la muralla estarán decorados con toda clase de piedras preciosas (Ap.21:19-20).Las 12 puertas de la ciudad serán 12 perlas de tamaño gigantesco, y la calle principal será de oro puro transparente, ¡una especie de oro desconocido en la tierra! (Ap.21.21).No existirá ningún templo en esa ciudad (Ap.21:22), es decir, esa ciudad celestial no tiene que ver nada con el templo de Jerusalén. En la nueva Jerusalén no existirá ni el sacerdocio levítico, ni sacrificios de animales, todo esto será cosa del pasado.La nueva Jerusalén no tendrá necesidad del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la iluminará, y Jesucristo será el portador de esa gloria de Dios (Ap.21:23), por lo tanto, el ciclo del día y de la noche no existirá en esa ciudad gloriosa. El sol y la luna iluminarán la nueva tierra,¡pero no la nueva Jerusalén!, ya que ella tendrá su propia luz o gloria divina.Las naciones de la nueva tierra "caminarán" a la luz de esa ciudad (Ap.21:24), esto significa que todas las naciones prosperarán bajo el gobierno perfecto de la nueva Jerusalén, y los reyes de la tierra irán a la ciudad celestial para entregarla las riquezas de esas naciones (Ap.21:26). Solamente entrarán en esa ciudad gloriosa aquellos que tengan su nombre escrito en el libro de la vida de Jesucristo (Ap.21:27). Los que tienen escritos sus nombres en ese libro dela vida son los DISCÍPULOS de Jesucristo, es decir, la congregación de los primogénitos escritos en los cielos (Lc.10:20, Heb.12:23).Un río de agua de vida transparente manará del trono de Dios y de Jesucristo (Ap.22:1). Ese río de agua de vida caerá desde la cúspide de la ciudad, como una gigantesca catarata, hasta la base, y regará toda la nueva tierra.El río de agua de vida correrá por el centro de la calle principal de la ciudad, y a cada lado del río crecerá el árbol de la vida, cuyo fruto producirá 12 cosechas al año, una por mes, y las hojas de ese árbol servirán para la sanidad de las naciones (Ap.22:2). Este árbol de la vida es el mismo árbol que existía en el jardín del Edén (Gen.2:9), y el fruto de este árbol tiene la propiedad de otorgar la inmortalidad al ser humano (Gen.3:22). Por lo tanto, Dios, por medio del fruto deese árbol, otorgará la inmortalidad a los seres humanos de las naciones que fueron salvas, y las hojas de ese árbol otorgarán la salud plena a los seres humanos que vivan en la nueva tierra, o incluso a los seres humanos que vivan en otros planetas.Los siervos de Dios verán al Dios Padre cara a cara, y llevarán su nombre en la frente (Ap.22:4), y reinarán por los siglos de los siglos (Ap.22:5). Estos siervos de Dios serán los moradores de la nueva Jerusalén, es decir, los santos glorificados, la Iglesia de Jesucristo. Ellos gobernarán sobre todo el Universo por los siglos de los siglos, es decir, ellos serán la élite o aristocracia espiritual de reyes y sacerdotes, los cuales tendrán todo el poder y el dominio sobre el Universo entero. Por lo tanto, es completamente falso decir que los santos reinarán solamente mil años con el Mesías. Ellos reinarán con Jesús durante mil años sobre las naciones de ESTA TIERRA (Ap.20:4-6), ¡pero después de esos mil años literales, los santos seguirán reinando por los siglos de los siglos!, pero el ámbito de su reinado ya no será solamente la tierra, sino todo el Universo, con sus incontables planetas.Esta Revelación de Jesucristo termina diciendo que todas estas palabras del Apocalipsis son verdaderas y dignas de confianza (Ap.22.6). ¡Todos aquellos que rechazan el Apocalipsis, están rechazando el testimonio de Jesucristo! (Ap.22:16), sin embargo, los cristianos queguardamos las palabras de esta profecía, somos felices, dichosos (Ap.22:7).Para terminar, el Señor Jesús dijo bien claro que la Profecía ya está completa o perfecta con esta Revelación, y que, por tanto, ¡ya no se puede añadir ni quitar nada de ella!, y quien añada otras "revelaciones proféticas" a la Iglesia, él recibirá las consecuencias de ese engaño, que consistirá en su exclusión del árbol de la vida, y de su morada en la nueva Jerusalén (Ap.22:19). Estas palabras de Jesucristo armonizan perfectamente con lo que dijo el apóstol Pablo. El dijo que, en su época, los cristianos solo profetizaban EN PARTE, es decir, ¡la revelación profética dentro de la Iglesia aun era incompleta, parcial, en la época de Pablo!, pero cuando viniera lo completo o perfecto, entonces esa profecía parcial daría paso a la profecía completa (1 Co.13:9-10), ¡y los cristianos ya tenemos esa profecía completa!, que es la Revelación de Jesús: el Apocalipsis, la verdadera Iglesia de Jesucristo ya no necesita más revelaciones proféticas nuevas, pues los perfecto o completo ya llegó, y felices son todos aquellos cristianos que oyen y guardan esta Profecía perfecta: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque eltiempo está cerca." (Ap.1:3). |
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