En mi ciudad, un grupo de mujeres bonitas, me entregaron un folleto titulado “noche de milagros”. Este grupo, son un grupo de personas, familiares y/o amigos que se reúnen una vez por semana para hablar de Dios y para alcanzar milagros.
Hablando con una de las mujeres bonitas, me dijo que ella había curado un montón de enfermos, a lo que yo le pregunté si entre los enfermos que había curado, también hubo algún ciego que recuperó la vista, paraláctico que volvió a caminar, etc… la chica me dijo que sí, que ella podía hacer todos estos milagros en nombre del Señor.
Yo me quedé mirándola y le pregunté más claro lo que quise saber, le dije:
“…Quieres decir que si en este momento pasa un ciego y yo te pido que le devuelvas la vista, ¿tú lo harías?”
Ella sin titubear, me dijo que sí.
Yo desesperado busqué por todos lados alguna persona paralítica, ciega , etc. para presenciar tal acto milagroso que nos dejaría perplejos a más de uno, y no encontraba a ninguno por ninguna parte.
Al cabo de un ratito, vi que ya se preparaban para irse, y yo seguía sin encontrar a ningún enfermo de esta clase, y me desesperé un poco porque realmente estaba intrigado con la seguridad de la respuesta de la chica, quien había afirmado que ella “sí” que lo curaría.
Por fortuna, antes de que ese grupo se retirara, vi a un cieguito con un bastón, y entonces, en ese mismo momento le dije: “ahí tienes uno”, a lo que me contestó que ellas, ya habían hablado con ese “cieguito”, y que ese “cieguito” no quería ser curado por ellas, quienes les habían ofrecido la curación.
¿¿¿???
Yo le dije que había pegado una aflojada bárbara en cuanto que primero me había dicho una cosa y que en ese momento me la había cambiado radicalmente.
Ella me contestó que si el cieguito no tenía fe, entonces ellas nada podían hacer.
Yo le dije, pero si tú tienes fe, aunque él no la tenga, igual tendrías que poder curarlo, a lo que yo puse como ejemplo a Lázaro, quien estando muerto, no tenía ni idea de lo que sucedía y sin embargo fue levantado de entre los muertos, le dije que no había sido la fe de Lázaro, sino el poder del padre a través de su hijo, quien había podido resucitarlo.
Ella/sss, porque en ese momento se sumaron varias, me contestaron que en el caso de Lázaro, por haber sido amigo de Jesús en vida, ya tenía fe en Jesús, y que por eso Jesús pudo levantarlo de entre los muertos, que el mismo caso se daba, según ellas, que si un ciego, cojo, mudo, etc, no tiene fe en Jesús, ellas por más que quisieran curarlos, la resistencia de la otra parte a no querer ser curado, es lo que impide poder ser curados.
Ese grupo se hace llamar “Iglesia Catedral de los Milagros",y copio y pego del folleto que me entregaron y que aún conservo la dirección web:
www.CATEDRALDELOS MILAGROS.org, en donde además, una de las chicas, de nombre Camila Cruz, me anotó su teléfono celular 155756991, y en el folleto se lee la siguiente impresión:
LLAMANOS AL (0387) 4231930
0800-55JESUS (53787) de 9 a 21 horas