|
Cuando
salen la luna..., África danza (2 ª Ed. )
|
José
Luis Olaizola
|
|
|
|
|
Esta
estatua en Urfá es la más antigua que se conoce
de gran tamaño en el mundo.
|
|
Cuesta
pensar que aquí pudo estar el fértil Edén
recordado en las leyendas y en la Biblia.
|
|
Estructuras
megalíticas de una cultura avanzada.
|
|
Un
jabalí y otros animales - en Göbekli cazaban, no
eran ganaderos
|
Decía
Chesterton en su libro Ortodoxia que los hombres, antes de poder comerciar,
tuvieron que asumir que hay lugares sagrados, santuarios donde el
respeto a los dioses impone la paz. Cuando dos hombres o dos tribus
asumieron que tal o cual lugar era sagrado y la sangre allí
no debía derramarse, pudieron empezar a utilizar ese lugar,
primero para adorar, y luego para comerciar. Las prosperidad es fruto
de la paz; la paz, fruto de la adoración y lo sagrado.
La idea de Chesterton
era sugerente y ponía a la religión como motor de progreso,
dejando a los factores económicos un segundo lugar. Faltaba
una comprobación empírica. Y algo así es lo que
encontramos recientemente en Tepe Göbekli, un antiquísimo
santuario en Turquía sudoriental, cuyo análisis publica
ahora en un libro el arqueólogo Klaus Schmidt, director de
las excavaciones, que incluyen templos en una época en que
no había aún ni un sólo campesino sobre la tierra.
Un Edén
hace once mil años
Aquellos hombres de
Göbekli, hace 11.000 años (del 9.000 a.C, datado por el
carbono 14) eran cazadores y recolectores, aún no tenían
ciudades ni cultivos, pero ya habían edificado templos y santuarios.
Si recordamos que el famoso santuario de Stonehenge en Inglaterra
fue construido por culturas campesinas neolíticas (en tres
fases, entre el 3.000 aC y el 1.600 aC) podemos entender la antigüedad
de estos santuarios.
"Y el Señor
plantó un jardín en Edén, mirando al Este, y
puso al hombre dentro". Según los capítulos 2 y
3 de Génesis, en el Jardín del Edén nacen 4 ríos.
Dos de ellos son conocidos: el Éufrates y el Tigris. Precisamente
en el curso superior del Éufrates y el Tigris, es donde se
ha estipulado que tuvo origen la agricultura.
Fue en la región
suavemente empinada que precede a las cordilleras de Tauro y Zagros,
en la zona fronteriza entre Irán, Irak y Turquía, donde
tuvo lugar esta revolución cultural hace unos 11.000 años.
El Homo sapiens, hasta entonces nómada y cazador, dejó
a un lado las armas de caza.
Los biólogos
del Instituto Max Planck para la Investigación de Cultivos
de Colonia (Alemania) han localizado el lugar exacto comparando la
genética de 68 tipos de una planta, la escanda moderna, localizando
la planta originaria común, silvestre, que aún crece
en las laderas del volcán apagado de Karacadag.
Excavaciones
en Siria y en Turquía demuestran que hacia el año 10000
a.C, los pueblos cazadores de la media luna fértil vivían
en medio de una naturaleza exuberante. Rebaños de hasta 100.000
gacelas (según el paleozoólogo Joris Peters) pasaban
por rutas fijas, muy fáciles de cazar. Los últimos hallazgos
demuestran que en el año 12000 antes de Cristo los nómadas
ya erigían asentamientos permanentes (eran depósitos
para guardar carne que secaban y salaban allí).También
había campos de frutos silvestres que los hombres protegían
de animales.

La
expulsión del Paraíso y el pan con sudor
Alrededor del 7.500
aC, la caza se agotó. Obligados por el hambre, los hombres
se agruparon en pueblos (neolítico, ciudades) y dio comienzo
el duro trabajo de cultivar la tierra. Capturar ovejas y cabras no
era muy difícil, pero adaptarlos a reproducirse en cautividad
sí lo fue.
Los científicos
han comparado esqueletos de cazadores de la primera época con
esqueletos de los pioneros campesinos. Los restos hablan con claridad:
los campesinos llevaban vidas más duras, enfermaban más,
morían antes. Los campesinos del antiquísimo pueblo
de Nevali çori (8.500 aC) lo atestiguan: su esmalte dental
era muy malo, comían sobre todo guisantes y lentejas.
Precisamente aquí,
en el montañoso norte de Mesopotamia, en la cuna de los cereales,
están las excavaciones del santuario de Göbekli Tepe,
un templo más antiguo que cualquier ciudad, más antiguo
que la agricultura misma, unas construcciones megalíticas hechas
por cazadores en una época dorada y olvidada... excepto por
los ecos de las leyendas de Oriente en la Biblia.
¿Tendrá
relación esta cultura nacida en la abundancia de caza y pesca
con el Jardín del Edén? ¿Puede ser que los pueblos
de Oriente Medio guardasen memoria de aquella época en que
se cazaba y recolectaba y se adoraba a la divinidad que proveía
generosamente? ¿Puede ser que al acabarse la caza y llegar
una época de agricultura difícil, poco fructífera,
de sedentarización triste, se recordase el pasado en el paraíso?
Los restos
arqueológicos
El lugar que despierta
mayor asombro es una colina pelada cercana a Urfa. Antaño se
apiñaban en su cumbre varios templos. Por el momento se han
desenterrado cuatro y se han detectado otros 16. Han salido a la luz
una serie de pilares de piedra. Estaban decorados con grandes imágenes
en relieve de animales: serpientes, jabalíes, toros, zorros,
gacelas, garzas paradas sobre agua que estaba representada por líneas
onduladas. Se hallaron asimismo una cantidad de pequeñas plaquetas
con signos incisos, de naturaleza geométrica y otros, que aparentemente
no cumplían otro propósito que portar esos signos. Entre
los escombros se divisa la estatua de un jabalí y una cabeza
humana de gran tamaño.
Klaus
Schmidt, director de las excavaciones, cree que este lugar alcanzará
pronto fama mundial por lo impresionante de su antigüedad. Como
el Edén, aquí empezó todo. Y empezó, como
apuntaba Chesteron, con la adoración.
"Hasta ahora
se pensaba que los únicos que habían construido templos
y asentamientos permanentes habían sido los campesinos sedentarios",
explica Klaus Schmidt, quien indica que para construir el santurio
hicieron falta de 300 a 500 canteros. Recortadon de la cantera estelas
y postes totémicos. En el santuario no había ciudadanos,
sólo los sacerdotes. En los templos circulares ardían
fogatas. Se hacían sacrificios y se rezaba cuando en toda la
Tierra aún no había un campesino.
Eran los tiempos de
clima suave y tierras verdes tras el deshielo. El pueblo de Göbekli
se organizaba en grupos de cientos de cazadores que guiaban rebaños
enteros de gacelas a trampas, cazando toneladas de carne y pieles
de una vez. Incluso inventaron un primer muesli energético
con cereales silvestres que cosechaban sin mucho esfuerzo.
La memoria
en las leyendas
Como en el Edén,
en la cordillera de Tauro nacen más de una docena de ríos.
Allí está la ciudad de Urfá, con un lugar sagrado
desde siempre llamado "la gruta del nacimiento de Abraham".
Allí ha aparecido la estatua de gran tamaño más
antigua del mundo. Mide casi dos metros de alto y procede probablemente
del décimo milenio antes de Cristo.
Hoy Göbekli Tepe
es una colina inmensa y polvorienta. El calor impide excavar en verano
y sólo se ha excavado el 5% del santuario. Ahí espera
su religión, sus estelas, sus esculturas. Los sumerios, cuna
de la civilización (la rueda, la escritura...) quizá
procedían de aquí antes de bajar a las zonas de barro
y cultivos del Tigris y el Éufrates. Quizá al bajar
para fundar sus ciudades de ladrillo de barro, llevaron con ellos
el recuerdo ancestral de una tierra de gacela y grano silvestre, de
un jardín que no había que trabajar, la tierra del primer
hombre y la primera mujer y la serpiente que causó la expulsión.
|