Pues Pablo dijo que en el cuerpo humano mora el pecado, osea en la carne o naturaleza pecaminosa, dijo que habeces hacemos cosas malas que no queremos hacer, pero en ese caso ya no somos nosotros los que las hacemos, si no el pecado que mora en nosotros (en nuestra naturaleza pecaminosa)
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno. Porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.
Pues no hago el bien que deseo, sino el mal que no quiero, eso practico.
Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.
Romanos 7:18-22
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
Romanos 7:24-25 y 8:1
Y logicamente los pecadores que no conocen a Dios ni a Jesus estan esclavizados en sus pecados, por eso hacen muchas cosas malas, dependiendo de cuanto esas personas satisfagan sus deceos pecaminosos.