¿ ES BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO NEGAR LA SUPUESTA ‘’TERCERA PERSONA
DEL DIOS TRINO’’?. POR ALEXANDER
GELL: ESTUDIANTE DE LA BIBLIA.
Son muchas las personas estudiosas de la biblia y de la
historia de la iglesia que han publicado estudios que demuestran que el dogma
católico de ‘’la santísima trinidad’’
es una doctrina antibíblica introducida en el cristianismo a través de la gran
ramera (catolicismo romano) desde el siglo cuarto; y he notado como los
defensores de ese dogma católico retuercen las escrituras para poder apoyar su
credo trinitario. Por ejemplo: esta más que demostrado que el espíritu santo es
simplemente ‘’el poder del altísimo’’,
pero los trinitarios dicen que el espíritu santo es ‘’la tercera persona de la santísima trinidad. ’’ Ellos afirman que
el que niega que el espíritu santo es la tercera persona del dios trino ‘’esta blasfemando contra el espíritu
santo’’; también dicen que aquel que niegue ‘’la tercera persona de la trinidad’’ incurre en ‘’el pecado imperdonable’’; o simplemente
dicen que ‘’quien no cree en la tercera
persona divina no cree en el espíritu santo’’. Ellos sacan estas
conclusiones supuestamente basándose en los pasajes bíblicos registrados Marcos 3:22-30 y en Mateo 12:22-32 donde
Cristo les dice a los fariseos y maestros de la ley en que consiste blasfemar
contra el espíritu santo.
Vamos a demostrar que el ‘’pecado imperdonable’’ no tiene nada que ver con negar ‘’la tercera persona del dios trino’’;
mucho menos es una supuesta blasfemia contra el espíritu santo negar que este
sea un dios como el padre y el hijo.
Por tanto vamos a analizar sistemáticamente los pasajes de
mateo y marcos para ver en que consiste en realidad ‘’la blasfemia contra el espíritu santo’’ y ‘’el pecado imperdonable’’ del que hablo Jesús.
Según las narraciones de marcos y mateo Jesús se encontraba
en cierto lugar sanando a la multitud: no había enfermedad que pudiera
resistirse al poder que actuaba a través del señor. Era tanto el trabajo que ‘’se aglomeró tanta gente que ni siquiera
podían comer él y sus discípulos’’ (marcos 3: 20). En ese momento ‘’le llevaron
un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y
hablar. Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será éste el Hijo de
David?»(Mateo 12: 22-23). Los
maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: « ¡Está poseído por Beelzebú! Expulsa a los demonios por medio del
príncipe de los demonios.» (Marcos 3: 22.) Eso que decían los maestros de
la ley era una gran mentira y una calumnia producto del celo que les producía
ver que la gente siguiera a Cristo y que este era respaldado por Dios a través
de milagros y prodigios. En el relato de mateo se especifica que fueron también
los fariseos quienes acusaban a Cristo de estar poseído por demonios; Leámoslo:
‘’ Pero
al oírlo los fariseos, dijeron: «Éste no expulsa a los demonios sino por medio
de Beelzebú, príncipe de los demonios.» (Mateo 12: 24.)
Esta era la acusación
de aquellos fariseos y maestros de la ley: ellos afirmaban que Jesús estaba ‘’poseído por espíritus inmundos y que
expulsaba a los demonios a través del poder de Beelzebú’’.
Nosotros sabemos que
el poder que actuaba a través de Cristo era el poder del espíritu santo (poder
del altísimo) que Jesús había recibido cuando Dios lo ungió en el bautismo:
"Aconteció
que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando,
el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal,
como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia." Lucas 3:21,22
¿y para que lo ungió? Pues para que Jesús actuara
en representación del padre celestial con gran poder espiritual. Esto es lo que
asegura el apóstol Pedro:
‘’ cómo Dios ungió con el espíritu santo a Jesús
de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
por el diablo, porque Dios estaba con él’’. Hechos 10: 38.
Esto demuestra que Dios había ungido a Cristo con
su espíritu para que Cristo hiciera el bien, sanara a todos los oprimidos por
el diablo y para demostrar que estaba con él. A esa obra de Dios a través de
Cristo era lo que los fariseos y maestros de la ley llamaban falsamente ‘’el poder de Beelzebú, príncipe de los
demonios’’. Beelzebú, el príncipe de los demonios es el mismo
Satanás, en pocas palabras; ellos estaban diciendo que el poder que actuaba a
través de Cristo provenía de Satanás: eso significa que le estaban diciendo
Satanás al Dios padre ya que el poder que actuaba a través de Cristo provenía
del Dios padre: ¡! En eso consiste la gran blasfemia imperdonable!!.
Es por eso que Cristo enfrenta a esos fariseos y
les dice:
«¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? .Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en
pie.’’ Marcos 3: 23-24.
Jesús le estaba
dando a entender que las acusaciones que ellos le lanzaban eran totalmente ridículas,
ya que si Jesús echaba fuera los demonios por el poder del mismo Satanás, era
tan estúpido como decir que Satanás estaba en contra de su mismo reino y de sus
propios demonios. Luego Jesús les explica que el poder que actuaba a través de
él era ‘’el espíritu de Dios’’, esto quiere decir que el dueño
de ese poder no era Cristo: en realidad era el padre celestial, al cual los
fariseos llamaban Beelzebú; Leámoslo:
‘’En cambio, si
expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios,
eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.’’
Estas palabras de Cristo son claras: el espíritu santo es
propiedad de Dios: por lo tanto no es ninguna tercera persona divina; sino que
es el poder que Dios usa para mostrar su
gracia y su apoyo en el ministerio de cristo. Es por eso que el señor Jesús
condena duramente esa gran mentira con que le acusaban los fariseos y maestros
de la ley, es decir: que el poder que actuaba a través de Cristo pertenecía a
Satanás, cuando en realidad pertenece al Dios padre. Es por eso que Cristo les
dice:
‘’Por
eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia,
pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le
perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en
este mundo ni en el venidero.’’ (Mateo 12: 31-32).
Esta condena viene por
causa de decir que Jesús estaba poseído y actuaba por el espíritu o poder de
Satanás, cuando en realidad era el poder de Dios. Esto es lo que dice marcos en
este pasaje:
‘’ Es que ellos habían dicho: «Tiene un espíritu
maligno.»(Marcos 3: 30.)
La blasfemia tiene que
ver con alguien acusando a Jesucristo de estar poseído por demonios y por el
poder de Satanás (Beelzebú), en lugar de estar lleno del Espíritu de Dios. Hay
otras maneras de blasfemar contra el Espíritu Santo, pero esta fue “la blasfemia imperdonable’’.
Como resultado, la blasfemia contra el Espíritu Santo no puede ser duplicada
hoy en día. Jesucristo no está en la tierra ahora, sino sentado a la diestra de
Dios. Además, nadie puede ver a Jesucristo realizando milagros y luego
atribuirle ese poder a Satanás en lugar del Dios padre. Aunque no existe la
blasfemia del Espíritu actualmente, siempre debemos tener presente que hay un
estado de vida imperdonable: el estado de incredulidad continua. No hay perdón
para la persona que muere inconversa, es decir: después de haber escuchado el mensaje
de salvación una y otra vez y rechazarlo. El continuo rechazo a la persuasión
de Dios a través de su espíritu para
confiar en Jesucristo es la blasfemia imperdonable. Recuerde que está escrito
en Juan 3:16:
“Porque
de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” La única condición por la que alguien no tiene
perdón es si ese alguien no está entre “todo
aquel que en Él cree.”
Como podemos ver; en estos relatos no se dice por ninguna parte
que aquel que niegue que el espíritu santo sea ‘’la tercera persona de la santísima trinidad’’ esta blasfemando en
contra del espíritu santo; eso es una gran mentira de los trinitarios. Tampoco
se dice que aquel que no cree en ‘’la tercera persona del dios trino’’ incurre
en el pecado imperdonable; eso es otra patraña mentirosa de los apoyadores del
dogma trinitario católico.
Si creo que el pecado
radica en aquellos que practican falsas doctrinas y quieren adjudicarle al poder
de Dios (espíritu santo) una personalidad que en realidad no tiene: eso es
precisamente lo que hicieron los fariseos y maestros de la ley; y es lo mismo
que hacen los trinitarios.
En realidad la
supuesta condena sobre aquellos que renieguen del dogma de ‘’la santísima
trinidad’’ no se encuentra en la biblia, sinó en el credo católico de Atanasio,
redactado por los teólogos de la gran ramera cerca del siglo quinto. Vamos a
leer algunas partes de ese credo católico y usted mismo, estimado lector, se va
a dar cuenta del gran fraude creado por el catolicismo romano para que los
cristianos que todavía ignoran le verdad se sometan a su dogma trinitario, ya
que las palabras y formulas de ese credo no se encuentran en las sagradas
escrituras; Leámoslo:
‘’Todo el que quiere ser salvo, antes que todo
es necesario que tenga la verdadera fe católica. Y si alguno no la guardare
íntegra e inviolada, es indudable que perecerá eternamente. Y la verdadera fe
católica es esta, que veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y la Trinidad en
la unidad; no confundiendo las personas, ni dividiendo la substancia. Una es la
persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo. Pero una sola
es la divinidad del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; igual es la gloria,
y coeterna la majestad. Cual el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo.
Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo. El Padre es
inmenso, el Hijo es inmenso, el Espíritu Santo es inmenso. El Padre es eterno,
el Hijo es eterno, el Espíritu Santo es eterno. Sin embargo, no son tres
eternos, sino un Eterno. Como tampoco son tres increados, ni tres inmensos,
sino un Increado y un Inmenso.’’
Luego de formulas
repetitivas ese credo termina diciendo lo siguiente:
‘’Esta es la verdadera fe católica; que si
alguno no la creyere firme y fielmente no podrá ser salvo’’.
Ahí lo tiene bien
claro: aquellos que se inventaron la teoría de condenar a los que no creen en
la trinidad son solamente los apoyadores del dogma católico de Atanasio editado
por los ‘’teólogos’’ de la gran ramera.
El verdadero cristiano
no necesita creer en el dios trino para ser salvo; esto lo demuestra el propio
Cristo en este impresionante pasaje:
’’ Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. ’’
Debemos preguntarnos ¿donde esta la tercera persona de la
trinidad en este pasaje? ¿Se dan cuenta que Jesús nunca dijo que para ser
salvos necesitamos creer en el dios trino o en la tercera persona de la
trinidad? ¿O es que los ‘’teólogos’’ de la cristiandad apostata pretenden ser
más sabios que Jesús? Jesús mismo esta diciendo en ese pasaje que lo único que
necesitamos saber para alcanzar la vida eterna es que Dios el padre es ‘’el único Dios verdadero y que Jesucristo
es su enviado’’, nada más. El que quiera añadirle a esto diciendo que para
ser salvos necesitamos creer en la trinidad simplemente está llamando mentiroso
a Jesús. También; el
trinitario que diga que Cristo enseñó la trinidad como la doctrina fundamental
para la iglesia, pues está mintiendo, ya que este versículo demuestra de manera
irrefutable que en la doctrina de Cristo no existe ni la remota idea de enseñar
a un dios trino.
Los apóstoles de
Cristo tampoco predicaron que para ser salvos era necesario creer en un dios
trino. El apóstol pablo dijo lo siguiente:
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con
el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”
(Romanos 10:9-11).
“Porque por
gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios.2:8-9).
Como podemos ver, en esos pasajes Pablo
JAMÁS enseñó que para ser salvos tengamos que hacernos trinitarios, lo que él
dijo bien claro que es para ser salvos tenemos que CONFESAR CON NUESTRA BOCA Que JESUS ES EL SEÑOR, Y QUE DIOS LE LEVANTO DE
LOS MUERTOS, ¡la salvación no es por creer en un dios trino!, sino por creer en el Dios
supremo, el Padre, y en el Hijo, el Señor Jesucristo, y entonces Dios nos salva
por su GRACIA, por medio de la fe, no por nuestras obras.
Voy a citar estas palabras del apóstol
Pablo, las cuales demuestran sin ninguna duda que los apóstoles y el resto de
primeros cristianos jamás fueron trinitarios, ni creyeron en el dios trino:
“para nosotros, sin embargo, hay un Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.” (1Corintios 8:6).
Estas palabras de Pablo destrozan la falsa
doctrina de la trinidad, ya que en ellas no se dice por ninguna parte que Dios
sea trino o tres en uno, lo que Pablo dijo es que tenemos UN DIOS: EL
PADRE, EL ORIGEN DE TODAS LAS COSAS, Y UN SEÑOR JESUS, EL CRISTO, POR
MEDIO DEL CUAL FUERON CREADAS TODAS LAS COSAS. Si Pablo hubiera sido un
trinitario, como los papólatras católicos o los llamados “evangélicos”,
entonces Pablo habría dicho estas palabras: “Porque para nosotros hay un solo
Dios, que es Padre, Hijo y espíritu santo”,
o hubiera dicho ‘’ para nosotros hay un dios que es trino. ’’ ¿Dijo eso
Pablo?, ¡por supuesto que no!, sencillamente Pablo, ni ninguno de los demás
apóstoles, fueron trinitarios. Esta mentira diabólica del falso dios trino fue
introducida en la cristiandad apóstata (la gran ramera), varios siglos después
de la muerte de los apóstoles, e impuesta por la fuerza en la iglesia católica
romana, quedando redactada en ese pervertido y anticristiano “credo de
Atanasio”. (Comentario de Tito Martínez).
Fue en el concilio católico Nicenoconstantinopolitano
donde se creó la fórmula para convertir al espíritu santo en ‘’la tercera
persona de un dios trino’’ a finales del siglo cuarto. En el credo redactado en
ese concilio es donde se ordena que ‘’el espíritu santo es un dios que, junto al
padre y el hijo, recibe una misma adoración y gloria’’. Esa creencia es
antibíblica; ya que las escrituras nunca enseñan que el espíritu de Dios reciba
adoración y gloria: por tanto ese credo es una fabula mentirosa. Los únicos que
reciben adoración y gloria por toda la eternidad son solamente el padre
celestial y su hijo Jesucristo y, ojo; no es que Cristo y su padre sean el
mismo Dios; ya que el padre celestial es mayor que Cristo:
‘’Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la
tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos
hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la
alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los
cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron
sobre sus rostros y adoraron al que vive por las eras de las eras. ’’ Apocalipsis 5: 8, 14.