Cuando uno mira a una mujer casada con otro para desearla sexualmente, entonces se comete adulterio.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, NI LOS ADÚLTEROS, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones.
1 Corintios 6:9
1) Si la poliandria es bíblica, como enseñan algunos, ¿entonces de qué manera un hombre llegaría a ser el segundo esposo de esa mujer sin que primeramente cometa el pecado del adulterio?
En el caso de la poliandria, el hombre desea a la mujer que ya está casada con otro hombre, pues no es una mujer soltera la cual podamos desearla, y si deseamos a una mujer casada, eso es algo condenado por Dios en su palabra:
“Habéis oído que fue dicho: No cometerás adulterio.
Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su corazón.
Mateo 5:27-28
2) Las mujeres deben respetar a su marido como al Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo.
Así como la Iglesia está sometida a Cristo, de la misma manera las mujeres deben respetar en todo a su marido.
Efesios 5:22-24
Así como Jesús es la cabeza de la iglesia, nadie más debe serlo, porque si la iglesia tuviera varias cabezas, entonces daría por resultado muchas confusiones.
De la misma manera ocurre con el hombre, cuando la Biblia enseña que debe ser la cabeza de su mujer.
Si la mujer tuviera a varios hombres por cabeza, entonces esto también daría por resultado muchas confusiones.