Analicemos los dos pasajes hermano:
Eze 1:10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.
Eze 1:11 Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.
Eze 1:12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.
Eze 1:13 Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.
Eze 1:14 Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.
Apo 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Apo 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
Apo 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Como podemos ver, los cuatro seres mencionados en Ezequiel es el mismo tipo de seres extraterrestres que aparecen en Apocalipsis. Obviamente son entidades divinas extraterrestres que suelen ministrar a Dios alrededor del trono celestial. Esos seres celestiales no tienen que ver nada con Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Gracia y paz
(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)