REFUTANDO LA ASQUEROSA MENTIRA DEL JESUITA SALVADOR FREIXEDO
Por Tito Martínez
Vamos a ver, lo que se enseña en ese asqueroso y satánico video ( http://www.youtube.com/watch?v=mv8ZjYgpbXA&feature=player_embedded) es la vieja doctrina de que el Dios de Israel, IEVE, es el mismísimo diablo, un dios falso, cruel y sádico que no tiene que ver nada con el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, esta doctrina satánica es enseñada desde hace muchos años especialmente por un famoso jesuita SATÁNICO y perverso llamado Salvador Freixedo, pero esa doctrina satánica se refuta de la forma más sencilla, mirad, Jesús mismo dijo lo siguiente:
Jua 8:54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.
Jua 8:55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.
¿Queda clarito?, ¡¡el propio Jesús dijo que su Padre celestial es EL DIOS DE ISRAEL, es decir, IEVE!!. Obviamente esos judíos malvados no conocían a ese Padre celestial, porque ellos eran unos mentirosos e hijos del diablo, y realmente ellos no creían en el Dios de Israel, sino que seguían los pasos del padre de ellos, el diablo.
Por consiguiente, cuando el embustero que ha hecho ese asqueroso video enseña que el Dios de Israel no es el Padre celestial, está llamando mentiroso al mismísimo Señor Jesucristo, y lo que es peor, está blasfemando del Dios Padre, al decir que el Padre celestial, IEVE, es un dios falso, tirano y satánico... pero ya recibirá su merecido ese jesuita mentiroso llamado Salvador Freixedo así como todos los demás embusteros que enseñan esa doctrina de demonios:
Apo 21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Apo 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)