Es preciso recordar, antes de explicar la gravedad de la situación, que a Wladimir Putin, ex jefe del KGB, no le tembló la mano cuando los sionistas encendieron los afanes secesionistas de Chechenia, en los años 1999-2000. Entró con sus tropas con toda la potencia de uno de los mayores y mejores preparados ejércitos del mundo.
La fulminante reacción de Rusia ante el anuncio hace unos días de que la UE levantaba el embargo sobre el conflicto sirio y que Francia y Gran Bretaña se unían a Estados Unidos para enviar abiertamente armas a los mercenarios pagados por Qatar y Arabia Saudita, nos sitúa ya en los prolegómenos de una guerra internacional en toda la regla.
El pasado jueves Rusia ordenó el ejercicio militar denominado “sorpresa” bajo el mando del Distrito Militar Sur y que implicaron a cuatro regimientos de defensa antiaérea S-300, con 8700 hombres, 185 cazas y 240 tanques que ahora mismo están preparados para entrar en la zona en conflicto. Esto, a sumar a los buques de guerra apostados ya frente a las costas sirias.
Pero eso no es todo. El escuadrón de élite ruso Zaslon (”que hacen parecer a los ninjas, unos amateurs”) ha sido desplazado a Siria con la triple misión de proteger a los nativos rusos (hay 40.000 casados con sirias), a los dirigentes del país y los documentos secretos que obran en poder del gobierno.
El anuncio ruso de que iba a enviar a Siria los sistemas antimisiles S-300 ha enfurecido tanto a Israel que ha amenazado al gigante euroasiático con un “ya sabremos lo que haremos, si llegan“. [¿No te parece curioso que un país de 10 millones de habitantes se atreva a desafiar a un gigante de 180 millones? ¡Es como si un ratón amenazara a un león!].
¡Cómo será la situación que la web Defka File, que es el órgano oficioso de la inteligencia israelí, dice lo siguiente!:
“Una catástrofe militar y estratégica está a punto de suceder para Israel y la sociedad occidental, y nadie en Washington o Jerusalén está moviendo un dedo. Ni el gobierno israelí ni sus jefes militares imaginaron nunca que la guerra en Siria podría tomar estos derroteros. Pero tenemos que despertar antes de que sea demasiado tarde”.
La preocupación de Israel consiste en que, con la excusa del conflicto sirio, los formidables ejércitos de Irán y Rusia se están posicionando en Siria, que tiene frontera con el país hebreo, con lo que, ATENCIÓN, ¡SE VEN AMENAZADOS A UNA POSIBLE INVASIÓN DE SU PROPIO PAÍS!
[Como véis, la cosa se pone interesante...].
Debka File dice expresamente que Israel no tiene capacidad para contener un ataque de dos potencias como Rusia e Irán, máxime contando con que Estados Unidos se mantiene en una postura ambigua con la crisis.
El sabroso informe de Debka File sigue contando (desde la perspectiva judía, obviamente) cómo su maquinaria propagandística sobre el uso de armas químicas por parte de Assad ha fallado y sus esfuerzos por criminalizar el régimen ante la comunidad internacional han resultado baldío hasta el momento (Un buen punto para nosotros, compañeros). (Leed este reporte de Red Voltaire sobre cómo está funcionando la propaganda en Francia, organizando falsos debates sobre la situación en Siria).
Un informe del Financial Times sobre este tema nos descubre que la verdadera razón para el derrocamiento de Assad por parte de la OTAN y las monarquías petroleras sunnitas es un gasoducto que Qatar quiere llevar a Turquía atravesando Siria, con lo que sustituiría a Rusia como suministrador a Europa.
De ahí parte de la oposición de Rusia a la invasión de Siria, y por contra, el apoyo turco a la coalición sionista contra un país musulmán.
Con información de Whatdoesitmean.