Por Tito Martínez
El que se condene al lago de fuego será porque REHUSÓ CREER, es decir, por incredulidad, ¡¡¡no porque Dios rehusó darle la fe a esa persona!!!, pues si así fuera, entonces los condenados no tendrían ninguna culpa, ya que podrían alegar con justicia en el día del juicio que ellos se condenaron PORQUE DIOS NO LES QUISO DAR LA FE, es decir, la culpa de su condenación no sería de ellos, sino de Dios, ¡¡qué terrible blasfemia!!
Mirad, la fe en Dios no es algo que Dios nos da, no es un don de Dios, sino algo que ha de salir de nosotros, míradlo:
Mar 11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Jesús lo dijo bien claro: que tengamos fe en Dios, es decir, la fe es algo que debemos tener nosotros, sale de nosotros, no es algo que Dios da a unos y rehúsa dar a otros, lo que hace Dios es FORTALECER o confirmar esa fe que nosotros ya tenemos, pero la fe sale de nosotros los humanos.
Los idiotas incrédulos, como el falso pastor, se condenarán al lago de fuego si no se arrepienten antes, pero se condenarán no porque Dios rehusó darles la fe a ellos, sino porque ellos no quisieron creer, así de simple. Esa doctrina asquerosa e iglesiera de que trillones de personas se condenarán al lago de fuego porque Dios no les quiso dar la fe es una doctrina absolutamente falsa, satánica y espantosa, la cual es enseñada precisamente por los apostatas del SIA. LA FE EN DIOS NO ES UN DON DE DIOS, SINO ALGO QUE SALE DE LOS HUMANOS. Los que no tienen fe es sencillamente porque no quieren tenerla, como es el caso de ese imbécil del falso pastor, el cual, si no se arrepiente, lo que le espera al final de su podrida vida es la condenación en el lago de fuego, donde irán a parar todos los incrédulos, tal como dice el Apocalipsis.
Por cierto, como alguno me citará Efesios 2:8-9, lo que dice ese pasaje es que el don de Dios es la SALVACIÓN POR GRACIA, eso es un regalo de Dios, y la fe es el medio para alcanzar esa salvación, ¡¡pero la fe no es el don de Dios!!, sino que dicha fe sale de nosotros los humanos, es decir, por medio de esa fe nuestra recibimos la gracia o regalo de Dios. Repito, la fe en Dios no es un regalo de Dios, el que no tiene fe en Dios es porque no quiere tenerla, no porque Dios rehúse dársela. Tengamos mucho cuidado y no seamos engañados por las mentiras satánicas del SIA.
(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)