Un grupo de científicos estadounidenses ha desarrollado un implante que se incrusta en el ojo y que permitirá que personas que padecían degeneración macular vuelvan a ver. Sin lugar a dudas es una buena noticia y me alegro mucho por todos los pacientes que volverán a ver, al que se lo pueda permitir claro… El caso es que este asunto me ha hecho reflexionar sobre el ojo humano y su extremada e intrincada complejidad. Si analizamos bien la noticia, lo que se ha creado no viene a ser más que un parche, es decir algo creado por el ser humano que reemplaza la lente natural por el implante. Cabría entonces analizar el elemento natural que es el ojo, y el elemento artificial que es el injerto telescópico. Según la teoría de la evolución, el ojo humano sería un órgano que se ha creado por accidente, evolucionando por selección natural de un órgano más simple al complejo ojo actual. El propio Darwin en el libro “El Origen de las especies”, en el apartado “Órganos de perfección y complicación extremas” no fue indiferente respecto al ojo humano.- Citación :
- suponer que el ojo, con todos sus inimitables mecanismos para ajustar su enfoque a distancias diferentes, para admitir distintas cantidades de luz, y para la corrección de las aberraciones esférica y cromática, pudiera haberse formado mediante la selección natural parece, lo confieso abiertamente, absurdo en grado sumo»
El injerto telescópico por otro lado es un sofisticado implante, creado en laboratorio por científicos estadounidenses, con un diseño determinado que habrá sido creado por computadora y software de diseño 3D tras varios prototipos experimentales. Dentro de los científicos que han participado en al creación estoy seguro de que han participado ingenieros informáticos en diseño 3D, ingenieros expertos en mecánica, ingenieros expertos en lentes de cristal y científicos especializados en el ojo. Para su fabricación habrán recurrido a un proceso de fabricación por piezas en separado, un proceso de ensamblaje de estas piezas , después un control de calidad para ver que el artilugio está perfectamente finalizado y por último la fase de prueba experimental, en la que se acopla al ojo humano para evaluar el resultado final.
Sin embargo, con el injerto telescópico a pesar de todo este proceso de ingeniería de vanguardia con fases de análisis, diseño, fabricación de prototipo, pruebas en humanos, fabricación en masa y calidad, el artilugio no es perfecto, no está libre de riesgos para el paciente, por lo que seguramente el proceso de ingeniería para mejorarlo empezará de nuevo desde la fase del propio diseño del artilugio.
Del ojo humano sabemos que lleva funcionando perfectamente desde hace al menos 2,5 millones de años, que es aproximadamente cuando los evolucionistas afirman que surgió el homo sapiens en África. El ojo humano no ha cambiado nada desde entonces, todas sus partes funcionan a la perfección dentro de una complejidad irreducible, sí a un ojo le quitas una parte, el ojo simplemente deja de funcionar, pero a parte también hay que contar con el intrincado sistema nervioso y las parte del cerebro dedicada a decodificar las señales nerviosas y hacernos “ver”.
 El ojo humano está compuesto por varias partes, cada una de ellas con una función determinada. Si quitásemos cualquier parte (excepto músculos y tendones), el ojo simplemente dejaría de ver.
 El sistema de visión humano está compuesto de los ojos, el nervio óptico y el cerebro
Pero ahondemos un poco más en este maravilloso órgano que lleva la marca de un gran “ingeniero” sin igual en todo el universo, el Señor, nuestro Dios que realizó todas las fases de ingeniería anteriormente citadas no solo para crear el ojo, también su sistema nervioso y su procesado en el cerebro, una obra de ingeniería infinitamente superior a la de todos los humanos especialistas que en sus “laboratorios de vanguardia” han creado un pequeño parche que soluciona un problema de los muchos que puede tener el ojo humano. Para cualquier persona con un mínimo de intelecto (y un mínimo de humildad), estos datos deberían hacer que se pusiera a temblar, arrodillarse y comenzar a rezar a nuestro Padre celestial, para darle las gracias por habernos regalado este increíble y complejo órgano que es el ojo, así como todo el cuerpo humano.
- Ariel Roth, La ciencia descubre a Dios escribió:
- El ojo es en gran medida una esfera un tanto vacía con cosas sumamente complejas que forman la pared exterior . Recubriendo el interior de la mayor parte del ojo se encuentra la imponentísima retina, órgano que capta la luz que entra alojo a través de la abertura negra llamada pupila. La retina es muy complicada y consiste en muchas capas de células. La capa más próxima a la superficie exterior del ojo es el epitelio pigmentado. Contiene un pigmento que recoge la luz desviada y también nutre las células de la siguiente capa hacia el interior, que consiste en bastones y conos. Los bastones y los conos son las primordiales células fotorreceproras que detectan la luz que entra en el ojo. Los bastones responden especialmente a la luz tenue, mientras que los tres tipos de conos sirven para la luz más tenue y los colores. La porción extrema de los bastones y los conos, alargados ambos, que se encuentra más próxima al epitelio pigmentado -en otras palabras, el extremo que apunta al exterior del ojo- contiene muchos discos. Los discos tienen un tipo especial de molécula proteínica denominada rodopsina, y un bastón puede contener cuarenta millones de tales moléculas. Cuando la luz incide en una molécula de rodopsina, hace que la molécula cambie de forma. Esa respuesta se transmite a muchas más moléculas, de varios tipos diferentes, lo que conduce a una reacción en avalancha que modifica rápidamente la carga eléctrica de la superficie del bastón o del cono, indicando con ello que la célula ha detectado luz. Acto seguido, todo el proceso da marcha atrás para prepararse a recibir más luz. Toda la operatoria cuenta con al menos una docena de tipos diferentes de moléculas proteínicas. Muchas de ellas son específicas y necesarias para el proceso visual. Estamos nuevamente ante otro ejemplo de complejidad irreducible, concepto al que aludimos en el capítulo anterior, y se trata de un ejemplo que plantea un reto muy serio a la evolución. El cambio en la carga eléctrica que hay en la superficie del bastón o del cono se transmite como impulso a una compleja red de células nerviosas. Esas células forman una capa que se encuentra en el interior (es decir, hacia el centro del ojo) de la capa de bastones y de conos . Desde la capa de células nerviosas la información viaja hasta el cerebro por medio del nervio óptico .La retina humana contiene más de cien millones de células fotosensibles (bastones o conos), y la información procedente de estas células es procesada parcialmente en la capa de células nerviosas. Los estudios científicos han identificado más de cincuenta tipos diferentes de células nerviosas en esta capa. Mediante un análisis minucioso, estamos comenzando a averiguar qué hacen algunas de esas células. Por ejemplo, si se estimula una zona específica, la información de las células que la rodean se suprime para agudizar el contraste. Este tipo de tratamiento se da en varios niveles de análisis de la luz incidente. Es muy complejo, e incluye sistemas de realimentación. Sabemos que otros circuiros de la capa de células nerviosas tienen que ver con la dirección del movimiento, pero aún nos queda mucho más por aprender sobre lo que hacen los diferentes tipos de células de esta capa. En realidad, no vemos con los ojos, por mucho que la intuición nos haga creer que sí. El ojo únicamente recoge y procesa información que es enviada a la parte posterior de nuestro cerebro, la cual compone la imagen. Sin cerebro, no percibiríamos nada. Millones de elementos de información viajan rápidamente desde el ojo hasta el cerebro a través del nervio óptico. Según parece, el cerebro analiza los daros correspondientes a los diversos componentes, como el brillo, el color, el movimiento, la forma y la profundidad. Luego el cerebro lo consolida todo en una imagen integrada. El proceso es increíblemente complejo, increíblemente rápido y sigue su curso sin esfuerzo consciente. Los investigadores de la visión comentan que «las tareas visuales más simples, como la percepción de los colores y el reconocimiento de rostros familiares, requieren cómputos sofisticados y mucha más circuitería neuronal de la que jamás hemos imaginado». Los ojos avanzados incluyen otros sistemas adicionales con partes interdependientes que tampoco funcionarían a no ser que contasen con todos los componentes básicos necesarios. Un ejemplo es el mecanismo que analiza el brillo de la luz y que controla el tamaño de la pupila. El sistema que determina si el punto focal de la luz incidente está delante o detrás de la retina para cambiar la forma de la lente para mantener la imagen perfectamente enfocada en la retina es otro. Y varios sistemas complejos adicionales contribuyen a que veamos mejor como el mecanismo que hace que ambos ojos miren la misma cosa.
http://actualidad.rt.com/ciencias/view/115680-telescopio-ocular-devolver-vision-degeneracion-macular
 |