Ya pasó la Misa del Domingo de Pascua y Juan Pablo II no ha resucitado.
Reconozco que me equivoqué en lo que respecta a dar fecha. Es una lección que aprendí muy bien y que nunca más volverá a suceder.
Pido perdón por haber creado en muchos de Uds. una expectativa que resultó fallida. Muy en serio les digo que lo lamento muchísimo. Sin embargo, a pesar del error cometido ¡para nada! mi fe se ve alterada, pues sigo totalmente convencido que esa Bestia no tarda en subir del abismo. Y no lo anuncio por presunción mía sino porque así lo revela la Biblia, en Ap.11:7y17:8.
Esta resurrección es una deuda pendiente que tengo con todos Uds. y yo les aseguro que será saldada, porque el Señor siempre cumple su Palabra. Y no la tengamos como tardanza sino como una simple espera, para que todos crean y nadie perezca.
Marcelo Cuadras