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De: Luxorien (Mensaje original) |
Enviado: 16/04/2014 22:23 |
Buenas hermanos!!
Mi pregunta es sobre el tema de esta semana "Santa", ya que es un tema que no me termina de quedar claro, puesto que el hermano Tito es de recordar la muerte de Jesucristo en diferentes partes del año, y por ejemplo, el miercoles lo festejaron religiones como la de los Testigos de Jehova..
Tengo claro lo que respecta a como el catolicismo ha entreverado la Pascua hebrea con elementos paganos como la cuaresma, comer pescado el viernes, los huevos de pascua, el conejo, etc, y se tambien que Jesus murio un miercoles y resucito un sabado..
Lo que no me termina por quedar claro es referente a la fecha exacta de la muerte de Jesucristo.. Si se sabe cual es, y tambien si hay que recordar dicha fecha el dia de su muerte o el de su resurreccion..
Por desgracia en mi nuevo trabajo no estoy pudiendo participar en las charlas, pero recuerdo que hace algun tiempo le pregunte al hermano Tito respecto a este tema, y me dijo que podiamos recordar la muerte y resurreccion de Jesucristo en diferentes fechas del año, pero entre las preguntas que le hacian, no me pudo dar en ese entonces algun pasaje biblico para yo poder comprender mejor este tema en particular..
Gracia y paz!!
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Dejo un estudio bíblico respecto a este tema, ya que ahora si me quedó claro! Gracia y Paz!
• La cena del Señor
Hay monumentos, estatuas, días festivos, fiestas y otras cosas que sirven para recordarnos de eventos y personajes importantes. Así también la cena del Señor fue establecida para recordarnos cada primer día de la semana de la muerte de Jesús en "un lugar llamado Gólgota" (Mateo 27:33). Es un acto conmemorativo: ni más ni menos, pero es de mucha importancia.
"La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga" (1 Corintios 11:26). Al participar de la cena recordamos y anunciamos su muerte y al mismo tiempo proclamamos que él volverá otra vez "sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (Hebreos 9:28).
¿Cuándo la instituyó? "la noche que fue entregado" (1 Corintios 11:23). Fue la noche cuando comió la última pascua con sus discípulos (Mateo 26:17-20).
Dos Elementos. Hay dos cosas que componen la cena: el pan sin levadura ("la fiesta de los panes sin levadura", Mateo 26:17), y el fruto de la vid (jugo de uva). Se usó pan sin levadura porque la levadura simboliza la inmundicia (1 Corintios 5:6-8). El "fruto de la vid" no se llama "vino" en ningún texto. Aun el vino que contenía solamente 4 por ciento a 6 por ciento de alcohol fue condenado en la Biblia como bebida fuerte (Proverbios 23:29-35). Por lo tanto, no sería apropiado para la cena del Señor. Hoy en día de alguna manera se consigue el fruto de la vid no fermentado y no hay excusa para usar el vino alcohólico. Nuestro Señor Jesucristo no dijo nada acerca de "vino" cuando instituyó la cena del Señor (Mateo 26:27-29). Solamente dijo "copa" y "fruto de la vid". Los que dicen que El usó vino alcohólico no lo pueden comprobar.
"Bendijo". ¿Qué hizo cuando "bendijo" el pan? Lucas 22:19 "Y tomó el pan y dio gracias". Bendecir el pan es simplemente dar gracias por él.
La cena no es "sacramento" (palabra que ni es bíblica). No es una "misa". No es para perdón de pecados. Es simplemente un recordatorio.
La palabra "copa" se usa figuradamente y significa "fruto de la vid", el líquido, el contenido, y no el vaso mismo: "habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros"; la "copa" se reparte (Lucas 22:17); "La copa de bendición que bendecimos", el fruto de la vid, no el recipiente (1 Corintios 10:16); "bebiereis esta copa" (1 Corintios 11:26). Es error grande enseñar que el recipiente tiene significado, y que hay tres elementos que tienen simbolismo (pan, fruto de la vid, recipiente o vaso que con¬tiene el fruto de la vid). La palabra "copa" se usa figuradamente en Mateo 26:39. La palabra "mesa" (1 Corintios 10:21) no se refiere a una mesa de madera, sino se usa figuradamente y se refiere a la cena del Señor.
El texto no dice "tomando la copa que contenía el fruto de la vid y dio gracias por ellos". La copa es el fruto de la vid. No para remisión de pecados. Dice Cristo "esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados" (Mateo 26:28).
La sangre de Cristo fue derramada para remisión de los pecados, y el fruto de la vid simboliza esta sangre. Pero no comemos la cena del Señor para remisión de pecados. Algunos creen que deben ayunar y confesar pecados para poder tomar la cena, creyendo que este acto es para obtener el perdón de los pecados. Para todo acto de culto debemos acercarnos a Dios con limpieza de vida y con reverencia ("levantando manos santas", 1 Timoteo 2:8); pero la cena del Señor es simplemente un recordatorio, ni más ni menos. En este acto conmemoramos la muerte de Cristo.
"No beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre". El reino se estableció el día de Pentecostés, Cristo ya ocupó su trono a la diestra de Dios (Hechos 2:30-33). Cristo cena con nosotros (Apocalipsis 3:20) en su reino que es su iglesia.
"Mi sangre del nuevo pacto". La sangre de Cristo, simbolizada por el fruto de la vid en la cena del Señor, confirmó el nuevo pacto o el nuevo testamento. Al tomar la cena manifestamos que estamos bajo el nuevo pacto.
Dice Hebreos 9:17-20, "Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado".
El Antiguo Testamento fue confirmado con la sangre de animales, pero el Nuevo Testamento fue confirmado con la sangre de Cristo. Los que enseñan que debemos tocar instrumentos de música en el culto, guardar el sábado, quemar incienso, tener sacerdotes especiales, etc. están en error porque menosprecian el pacto sellado con la sangre de Cristo, y prefieren el pacto sellado con sangre de animales.
No tomar indignamente. "Cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí" (1 Corintios 11:27-29). Existe una práctica común en la iglesia de no tomar la cena los que se sienten indignos de participar. Están conscientes de problemas en la vida, debilidades, tropiezos, etc. y se sienten indignos, y no quieren comer y beber juicio para sí mismos. No quieren agregar otro mal o incurrir en más transgresión.
Desde luego, debemos arrepentirnos de todo pecado, confesando específicamente los pecados de los que estamos conscientes, y también pedir perdón por los pecados que hayamos cometido de los cuales no estamos conscientes. Dice Pablo que "aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor" (1 Corintios 4:4). Pero la necesidad del arrepentimiento, de la confesión de pecado y de pedir perdón no se relaciona en forma especial con el participar de la cena del Señor. Si no somos dignos de tomar la cena, tampoco lo somos para cantar himnos, orar, y ofrendar. Pero hay hermanos que asisten al culto el domingo para cantar, orar, ofrendar y oír la Palabra, pero rehúsan tomar la cena, pensando que son "indignos" de hacerlo. Estos entienden mal la enseñanza de Pablo.
Para entenderla bien debemos leer 1 Corintios 11:20-22. Dice Pablo, "Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo".
Los corintios convirtieron la cena del Señor en una fiesta común, menospreciaron a los hermanos pobres, y aun se embriagaron. La conducta de ellos era escandalosa. En tal ambiente no era posible tomar la cena del Señor. El mismo contexto describe cómo se puede tomar "indignamente" la cena del Señor. La práctica de ellos no tenía nada que ver con "discernir el cuerpo del Señor", sino que comían y bebían juicio (condenación) para sí mismos. Había disensiones entre ellos. Se juntaban para dividirse en grupos. No practicaban "comunión" sino "separación". Y no se reunían para discernir el cuerpo y la sangre de Cristo, sino para llenar sus estómagos.
• Cuando tomar la cena:
Dice Pablo en 1 Corintios 11:26, "todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa" sin especificar el tiempo para hacerlo. De este texto muchos han concluido que la iglesia misma puede decidir en cuanto al tiempo y frecuencia para tomar la cena. Algunos grupos la celebran cada mes, otros cada año. Pero Pablo no da tal libertad en este texto; él dice "todas las veces" para dar énfasis a la necesidad de siempre tomarla en manera correcta.
Hay un solo texto en la Biblia que nos dice cuándo tomar la cena: Hechos 20:7 ("El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba"). Este texto contesta la pregunta, "¿Cuándo debemos tomar la cena?" En este texto aprendemos cuál fue la práctica establecida por los apóstoles inspirados como embajadores de Cristo. No hay otro texto que autorice otro día para tomar la cena. El primer día de la semana queda autorizado por el ejemplo apostólico; no hay otro texto que autorice otro día.
Es cuestión de escoger entre el ejemplo apostólico que nos da autorización bíblica, o la opinión humana (la tradición de las iglesias).
• Lectura bíblica antes de tomar la cena:
Muchas veces los hermanos encargados de la mesa del Señor leen textos apropiados. Frecuentemente se leen Mateo 26:26-28; Hechos 20:7; y 1 Corintios 11:23-27. Es muy recomendable que también se lean textos que narran los detalles de los sufrimientos y la muerte de Cristo (por ejemplo: Mateo 27:32-50; Marcos 15:21-41; Lucas 23:13-49; Juan 19:17-30; y hay muchos otros muy apropiados como Isaías 53; 1 Pedro 2:21-25, Etc.
Es decir, que no leamos solamente los textos que hablan de la institución de la cena, y los que dan el mandamiento, sino textos que nos ayudan a concentrarnos en el evento mismo que está simbolizado por la cena.
Dice Hechos 20:7 "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba". Sin lugar a dudas, esta parte del culto es muy importante. Merece la atención cuidadosa de cada miembro. Los que predican, enseñan y se encargan de servir la mesa deben prepararse bien para que este acto reciba la importancia que merece -- para la gloria de Dios, y para la edificación de la iglesia. Al orar deben dirigirse a Dios -- y no decir "tu cuerpo", sino el cuerpo de Cristo. Según el orden bíblico, debemos dar gracias por el pan y repartirlo, y luego dar gracias por el fruto de la vid y repartirlo.
• Conclusión:
Para cumplir con la enseñanza bíblica acerca de la cena del Señor es necesario: (1) que se use pan sin levadura y el fruto de la vida; (2) que sea para conmemorar la muerte de Jesús; (3*) que sea en la iglesia (congregación); (4) que sea el primer día de la semana; y (5) que cada uno se examine a sí mismo y así coma del pan y beba de la copa.
En cuanto al punto 3: Mateo 18:20= "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." |
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