Efectivamente, hermano Pablo. Se debe rellenar los datos. Ninguna identidad debe esconderse.
“Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.” (Lucas 8:17).
De todas maneras, hasta que des77des lea tu aviso y pueda rellenar sus datos, voy a contestar la pregunta que hizo, es decir:
¿Cuál es la verdadera doctrina cristiana?
La verdadera doctrina cristiana es la que ha enseñado el propio Jesús, y no ningún Mahoma, Mahatma Gandhi, algún Papa, etc.
Jesús dijo que nos ha dado a conocer todo lo que ha oído de su Padre. (Juan 15:15).
Supongo que lo que has querido preguntar, en realidad fue:
¿Cuál de todas las sectas cristianas de las que existen en la tierra, es la que tiene la verdad?
De ser así, entonces desde ya nomás digo que todas las sectas que existen, como por ejemplo el catolicismo, los testigos de Jehová, los mormones, los adventistas, los pentecostales, etc., son sectas falsas, aunque todas ellas afirmen tener la verdad y ser la única y verdadera iglesia de Dios en la tierra.
Los verdaderos cristianos, en mi opinión, andan desparramados por el mundo (por así decirlo), y si algún cristiano pertenece a alguna de esas sectas, tarde o temprano saldrá de ella, porque el que es de Dios, escucha sus palabras y el que no lo es, simplemente no las escuchará nunca y continuará en esa secta falsa.
“El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.” (Juan 8:47).
En ninguna parte de la Biblia se enseña, por dar un ejemplo (tal el caso de los Testigos de Jehová) que el pueblo de Dios es un grupo de personas organizadas que andan vistiendo traje y corbata como ellos mismos se consideran.
En el mundo, existen cristianos verdaderos como falsos, y ambos viven juntos aquí en la tierra, de la misma manera que también viven juntos la hierba mala y el trigo que existen en el campo, tal como lo explica Jesús en la parábola del trigo y la cizaña:
Parábola del trigo y la cizaña:
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente LO UNO Y LO OTRO HASTA LA SIEGA; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Que una “SECTA” afirme que es la única y verdadera iglesia de Dios en la tierra y que solamente está compuesta por cristianos, no parece estar en armonía con lo que dijo Jesús:
“Dejad crecer juntamente LO UNO Y LO OTRO HASTA LA SIEGA.”
Será para el final de los tiempos, cuando Jesús recién enviará a sus ángeles para separar la mala hierba del trigo.
No existe ninguna “SECTA” en donde solamente existan tan sólo cristianos verdaderos, como tampoco existe ningún otro grupo en donde solamente existan hijos del diablo. De la misma manera, tampoco existe en el campo un lugar donde tan sólo crezca la hierba mala y otro lugar donde tan sólo crezca el trigo. Ambos crecen juntos en el campo.
Por lo tanto, si deseamos saber cuándo una secta es falsa, lo único que hay que hacer es oírle decir las palabras: “Esta es la única verdadera”, pues con esto sobra para saber que se trata de una iglesia apóstata y falsa.
Volviendo al tema de cuál es la verdadera doctrina, o bien, ¿quién es el verdadero cristiano? simplemente es aquel que sigue y obedece fielmente la doctrina enseñada por Jesús y predicada por sus apóstoles.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. (Juan 5:39).
Gracia y paz.
Sergio.