Te resumo, “el agudo”, a ver si ya lo entiendes de una vez por todas:

Dices esto:

“Decir que se salvan sin Cristo por sus buenas obras, es decir lo que dice Dalai Lama.” (palabras textuales de “elagudo”).

Te respondo:

Ya te he respondido esto en varias ocasiones, en distintos post, pero parece que no lees, de manera tal que te lo repito:

En un ejemplo que puse de una frase de Dalai Lama, se lee:

“Mi verdadera religión es la bondad. Si la practicamos en nuestra vida, no importa si sabemos mucho o poco, o si creemos en la próxima vida o no, en Dios o en Buda. En nuestra vida cotidiana tenemos que ser pasivos. Ése es el pasaje a la luz.” (DALAI LAMA).

Ya te dije que ningún hermano de aquí enseña esa salvajada que dice Dalai Lama, es decir, de que no importa si creemos en Dios.

El ejemplo que das con respecto a las personas que serán salvas por obras queriéndolas comparar con Dalai Lama, no sirve. Ya te lo he explicado y te lo repito:

Dalai Lama rehúsa creer en el hijo de Dios, no lo sigue ni le obedece. La diferencia está en que Dalai Lama no es ignorante del Evangelio como lo es aquella persona que jamás escuchó la verdad.

Ese sujeto, al igual que Mahatma Gandhi, Sai Baba, etc., por darte algunos ejemplos, se pasaron la doctrina enseñada por Jesús y predicada por sus apóstoles por debajo de las axilas, y por ende, serán condenados por rehusar creer en el Hijo de Dios:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” (Juan 3:36).

La salvación o condenación depende de creer o rehusar creer en el Hijo de Dios. Quien cree en el Verbo divino, el Hijo de Dios, tiene vida eterna, pero quien rehúsa creer en el Hijo de Dios será condenado, nunca verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

La salvación es por gracia, por medio de la fe, no por obras:

"Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". (Efesios 2:8-9).

La diferencia entre Mahatma Gandhi, Dalai Lama, Sai Baba, etc., y todas aquellas personas que jamás conocieron el Evangelio, está justamente ahí, es decir, en que éstos sí conocieron el Evangelio y estando en conocimiento del mismo, rehusaron creer en el hijo de Dios, siguiendo doctrinas de demonios:

"Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios". (1 Timoteo 4:1).

Dios perdona la ignorancia humana, por ejemplo, una persona que ha ignorado completamente el Evangelio durante toda su vida, y se muere, no se puede condenar, ya que la condenación viene por rehusar creer en el hijo de Dios, pero esa persona que jamás ha conocido al Hijo de Dios ni el Evangelio, no lo ha rechazado, porque NO SE PUEDE RECHAZAR ALGO QUE SE DESCONOCE O IGNORA. 

También se condenarán todos aquellos paganos que, conforme a la ley de sus conciencias, la quebrantaron haciendo el mal.

¿Cómo no vas a entender esto?