EL GOZO DE LOS SANTOS DE DIOS
Por Tito Martínez
Hermanos, este tema del gozo de los santos de Dios me parece tremendamente importante.
Veamos estos tres pasajes del apóstol Pablo:
Rom 12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
2Co 6:10 (BLS) Parece que estamos tristes, pero en realidad estamos contentos. Parece que somos pobres, pero a muchos los hacemos ricos. Parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.
1Ts 5:16 Estad siempre gozosos.
Esos tres pasajes de Pablo son bien claros y muy importantes. Los verdaderos cristianos, los santos, estamos siempre gozosos. Aunque a veces parezca que estamos tristes, debemos estar alegres y gozosos por la ESPERANZA gloriosa que tenemos.
Cuando estamos pasando por tribulaciones o aflicciones observad que Pablo no dijo que hemos de estar tristes y hundidos a causa de nuestras penalidades, sino SUFRIDOS en la tribulación, es decir, soportando la tribulación con paciencia y gozo, pues la recompensa será tremenda en el futuro, cuando el Señor Jesús venga del cielo para recompensar a los suyos.
Por consiguiente, hermanos, ¡estemos siempre gozosos, alegres!, a pesar de las tribulaciones o persecuciones que podamos tener, hemos de estar siempre muy gozosos, no por lo que podamos estar sufriendo (los cristianos no somos masoquistas), sino por la gloria venidera que recibiremos cuando seamos transformados de mortal a inmortalidad. Ese gozo especial no lo tienen los incrédulos del mundo ni los apostatas de la fe, sino solamente los verdaderos santos de Dios que perseveran en la fe (la verdadera doctrina) hasta el final.
Cuentan las crónicas históricas que durante los tres primeros siglos, y también durante las persecuciones del maldito papismo contra los cristianos en la edad media, cuando los santos de Dios eran perseguidos y ejecutados por el Imperio Romano y por el catolicismo romano, estos morían con gozo, cantando canciones espirituales, y morían alegres en el martirio, sabiendo que la recompensa, la gloria y la vida eterna la recibirán en el futuro, cuando Cristo venga en gloria a reinar.
Gracia y paz