MATERIAL AÑADIDO EL 2 DE SEPTIEMBRE
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88- ¿Por qué Satanás, la serpiente, se fue a engañar a Eva y no a Adán?
El diablo engañó a Eva porque sabía que Eva falsificaría la Palabra de Dios.
Dios le dijo a Adán que podía comer de todos los árboles del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y le advirtió que si comía de él, ciertamente moriría (Gn.2:16-17). Después fue cuando Dios creó a Eva (Gen.2:21-23). Obviamente Adán después le comunicó a Eva esta advertencia que Dios le dio, y en un momento que ella estaba sola el diablo se acercó y la tentó, manteniendo ambos un diálogo, ocurriendo lo siguiente:
Gén 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que IEVE Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Gén 3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
Gén 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Gén 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
Gén 3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal.
Gén 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Lo que hizo Eva es adulterar la palabra de Dios. Ese no fue el mandamiento que Dios le dio a Adán, ya que Dios le dijo que no comieran de ese árbol, pero Eva falsificó el mandamiento de Dios añadiendo la frase “ni le tocaréis”, una frase que Dios nunca dijo. Y ahora fíjese bien, en el momento que el diablo se dio cuenta de esa falsificación de la palabra de Dios cometida por Eva, entonces es cuando la dijo que no morirían, el diablo sabía que sería muy fácil engañarla a causa de su ignorancia de la palabra de Dios. Y es entonces cuando Eva se dejó guiar solamente por las apariencias externas y por su ambición egoista. Ella vio el aspecto de ese árbol, que era agradable a la vista, y que era codiciable para alcanzar la sabiduría, y entonces comió de su fruto, y seguidamente sedujo a Adán para que también comiera. Ambos desobedecieron al mandato que Dios le dio a Adán y comieron de dicho fruto.
El diablo no engañó a Adán, sino a Eva (1Tm.2:14), sin embargo, Adán se dejó engañar por la mujer, y así es como vino la muerte sobre ellos, dando comienzo el proceso lento del envejecimiento y la muerte. La desobediencia humana al mandamiento de Dios tuvo como consecuencia el sufrimiento y la muerte. Veamos lo que Dios le dijo a Eva:
A la mujer le dijo:
"Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor.
Desearás a tu marido, y él te dominará." (Gen.3:16, versión NVI).
Observe bien, el propósito de Dios para la especie humana es que fuéramos inmortales, sin dolor ni sufrimiento alguno, y viviendo en un maravilloso mundo con condiciones perfectas y paradisíacas. En esas condiciones idílicas la mujer daría a luz a sus hijos sin nada de dolor, a ella tampoco no le haría falta tener un marido para poder estar segura y protegida, y no haría falta que el marido dominara a la mujer, ambos serían totalmente libres, teniendo entre ellos las mejores relaciones sexuales y multiplicándose y llenando la tierra de muchos hijos. Sin embargo, al desobedecer ellos al mandato de Dios, entonces Dios haría que conocieran el dolor y el sufrimiento. Ella comenzaría a desear un esposo para poder estar segura y protegida, y el esposo comenzaría a dominar sobre la esposa, lo cual era contrario al propósito que Dios tenía para el ser humano, y todo ese sufrimiento desembocaría en la muerte, el fin de la vida.
Luego Dios le habló a Adán, y le dijo lo siguiente:
Gén 3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Gén 3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
Gén 3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Como puede ver, Dios reprochó a Adán por obedecer a su mujer y comer de ese fruto prohibido por Dios. Como consecuencia, la tierra comenzó a estar maldita, es decir, costaría dolor trabajar en ella para poder comer, pues produciria toda clase de hierbas malas y espinos, lo cual significa que el propósito de Dios original es que el mundo fuera perfecto en un ambiente asombrosamente paradisíaco. Adán comenzaría a trabajar la tierra con esfuerzo para poder comer, y al final, moriría y volvería al polvo de la tierra de donde fue formado, es decir, dejaría de vivir y de existir completamente.
89- ¿El ser humano tiene un alma inmortal?. ¡No!. Adán era un alma viviente (Gen.2:7). Dios le dijo a Adán que era polvo, y que al polvo volvería. Jamás dijo Dios que su alma sobreviviría a la muerte, Dios le habló a Adán, es decir, quien volvería al polvo de la tierra es Adán, no solamente su cuerpo. Fue Satanás quien introdujo la mentira de que el alma es inmortal, cuando engañó a Eva diciéndola que serían inmortales si desobedecían a Dios (Gen.3:4).
90- ¿El espíritu del hombre es inmortal?. ¡Sí!. El espíritu del hombre no muere por la sencilla razón de que es una energía que nos da la vida (Jn.6:63), y la energía es incorruptible, no muere.
91- ¿Es lo mismo el alma y el espíritu?. ¡No!. El alma es el ser viviente, la persona, y el espíritu es la energía que da la vida a la persona. Esto lo podemos ver en el siguiente pasaje:
Gén 2:7 Entonces IEVE Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida(en hebreo “ruaj”, o espíritu, viento) y fue el hombre un alma viviente (en hebreo nefesh)”.
El aliento o viento es una energía, y que se traduce también por espíritu. Ese aliento que da la vida es el que Jesús introdujo por la nariz de Adán, y cuando entró en su cuerpo, entonces Adán comenzó a vivir y a existir, se convirtió en un ser viviente, en un alma. En el momento que el ser humano muere ocurre el proceso inverso, esa energía de vida o espíritu sale del cuerpo, y regresa a Dios que la dio, y el cuerpo vuelve al polvo de la tierra (Ecle.12:7), y es entonces cuando el ser humano, el alma viviente, deja completamente de existir, pues vuelve al mismo estado de inexistencia total que Adán tenía antes de ser creado del polvo de la tierra.
Continuará.
Tito Martínez
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