Hola, se que estos temas son complejos pero voy a dar mi opinión personal:
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Para entender las cosas complicadas primero debemos desprendernos de todo lo que hemos oido al respecto, para no mezclar conceptos ni estancarnos intentando comprender una interpretación errónea.
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No debemos mezclar el sueño de Nabucodonosor o las visiones con las 70 semanas, son cosas distintas. Las visiones si que describen un largo período hasta el fin pero no las 70 semanas. ¿Cómo se sabe eso? Porque a Daniel se le dice:
8:19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.
"8:26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
8:27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.
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Daniel no recibió explicación y se le dijo simplemente que lo guardara porque es para muchos días, para el tiempo del fin.
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En cambio la profecía de las semanas era para su tiempo y recibió explicación.
Dice en la biblia: "Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación y poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos.
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Todo eso ocurrió en la primera venida de Jesucristo (para entenderlo hay que saber para qué sirvió su primera venida) y lo otro que dice al respecto en los siguientes versículos son especificaciones de como serían esos sucesos.
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El fin de Jerusalen fue con inundación, pero no de agua, eso quiere decir castigo inevitable y desastroso, fue inundación de soldados que invadieron. En el fin de los tiempos la destrucción será con fuego no con agua.
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Hay muchas profecías para el fin, pero esta en concreto no parece que tenga que ver con eso. ¿Qué sentido tiene separar una semana y mandarla miles de años al futuro? El contexto habla de aquella época, del Mesías, de Jerusalén.