Desear los
bienes del vecino también es pecado; es lo mismo, la religiosidad
todo lo tuerce, el deseo sexual no es pecado el pecado es desear lo que otro
tiene.
Exodo 20:17
dice:
No
codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su
siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
Pero estos estúpidos
religiosos han convertido este mandato en una prohibición a los deseos sexuales
lo cual nada tiene que ver.