Parte 5
Luego Jehová plantó un jardín en un
lugar del Oriente llamado Edén; allí colocó al hombre que había formado. Jehová
hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para
comer. Y puso en medio el árbol de la Vida y el de la Ciencia del bien y del
mal."
Génesis. 2: 7 al 9 )
Jehová tomó, pues, al hombre, y lo puso
en el Jardín del Edén para que lo cuidara y cultivara. Y Dios le dio esta orden
al hombre: Puedes comer de cualquier árbol que haya en el jardín, menos del
árbol de la Ciencia del bien y del mal; porque el día que comas de él, morirás
sin remedio.
Después dijo Jehová. No es bueno que
el hombre esté solo, Haré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude.
Gen: 2: 15 al 18).
Jehová entonces formó de la tierra
todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el
hombre para que les pusiera nombre. Y cada ser viviente había de llamarse como
el hombre lo había llamado. El hombre puso nombre a todos los animales, a las
aves del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró en ellos a un ser
semejante a él para que lo ayudara.
Entonces Jehová hizo caer en un
profundo sueño al hombre y éste se durmió. Y le sacó una de sus costillas,
tapando el hueco con carne. De la costilla que Jehová había sacado al hombre,
formó a una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: Esta
sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona
porque del varón ha sido tomada.
Por eso el hombre deja a sus padres
para unirse a una mujer, y son los dos una sola carne. Los dos estaban
desnudos, hombre y mujer, pero no por eso se avergonzaban.
Gen: 2: 19 al 25
Todo lo que el Génesis nos habla de la
creación del ser humano, (hombre y mujer,) nos da una visión de cómo éste vivía
en perfecta armonía con Dios, sin embargo fueron separados de esa santa
cobertura al ser tentada la mujer a desobedecer el mandato de Dios de no comer
del fruto del árbol prohibido, convidándole a Adán de ese fruto, desobedeciendo
él también de esa manera ese divino mandato.
¿Que provocó en el ser humano esta
desobediencia? Veamos:
1.- Le permitió la entrada al pecado a través
de la desobediencia al mandato de Dios y al que se le conoce desde entonces
como el pecado original.
2.- Se echó encima el enorme peso de decidir
por sí mismo lo que quería o no quería hacer, esto es, el libre albedrío.
3.- Conoció del miedo que castiga.
4.- Conoció la verguenza que le hizo sentirse
incómodo.
5.- Sufrió el rechazo de Dios al ser separado
del Edén.
6.- Fue enviado a la tierra maldecida por
Dios y colocado de esta manera en el polo negativo.
7.- Comenzó a conocer de la Ciencia, del bien
y del mal, lo que lo hizo sentirse auto suficiente para alejarse de Dios y casi
olvidarse de su origen espiritual al permitir dejarse atrapar por todo lo
material.
Como podemos apreciar, por la desobediencia
de la mujer al mandato de Dios entró el pecado al mundo y el hombre comenzó a
vivir su vida como mejor le parecía e imponiéndose la decisión de haberse
apartado de Dios al no obedecer su mandato.
Esta situación, condujo a que por mandato de
Dios, Moisés diera al hombre, (al ser humano), leyes que tendría que cumplir
sin permitírsele desviarse para poder ser escuchado por Dios, o por el
contrario, seguiría en las tinieblas a las que fue enviado por haber utilizado
su libre albedrío para anteponer las cosas de este mundo en menosprecio a las
cosas del mundo espiritual de Dios Esta obediencia a la Ley de Moisés, fue
utilizada posteriormente para imponer una autoridad de hombre en las cosas de
Dios, aplicando normas, enseñanzas y mandatos de hombre para reconocerse a si
mismo menospreciando su verdadera identidad en Dios. Esta Ley la destinó Dios
para que el hombre conociera del pecado y sus consecuencias al colocar lo
material sobre lo espiritual, es decir: conociera el miedo, la verguenza, el
rechazo, la contienda, la ambición, la envidia, la soberbia, la miseria
espiritual, la incertidumbre, el egoísmo, etc., etc., y así fuera siendo
enseñado y preparado para esperar a su debido tiempo, las Buenas Nuevas
anunciadas por boca del Profeta Isaías cuando dice:
Sepan que una virgen concebirá y dará
a luz un hijo y los hombres lo llamarán Emmanuel, que significa Dios con
nosotros.