Paranormal
Paranormal es el nombre o adjetivo, que se utiliza para calificar aquellos fenómenos que contradicen las leyes naturales. Bajo ese término se agrupan también las disciplinas que intentan estudiarlos.
Una definición frecuentemente utilizada en la literatura científica es la de James E. Alcock (1981):
Un fenómeno paranormal es aquel que:
No se puede explicar en términos de la ciencia actual;
Únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia;
No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.
Definición de Alcock, J.E. (1981). Parapsychology - Science or Magic? A psychological perspective. Nueva York: Pergamon Press.
Ejemplos de presuntos fenómenos paranormales son la telepatía, o lectura del pensamiento de otra persona, la psicoquinesis, o capacidad de mover objetos con la voluntad pero sin tocarlos, la adivinación en sus múltiples formas, la comunicación con los espíritus, la percepción extrasensorial, que puede incluir algunas de las anteriores, presencias de fantasmas, posesiones, reencarnaciones y otros presuntos fenómenos sobrenaturales post-mortem, así como disciplinas y pseudociencias como la astrología, la lectura del Tarot y otros oráculos, la brujería, la magia y el esoterismo, medicinas alternativas y movimientos tales como el teosofismo y el New Age así como ciertas creencias orientales adaptadas al mundo Occidental.
Una definición más amplia puede incluir presuntos avistamientos de Ovnis, contactos con extraterrestres, criptozoología o supuestos misterios como el triángulo de las Bermudas.
El número de presuntos fenómenos es casi inagotable: levitación, combustión espontánea, teletransportación, fotografía kirliana, entre otros
A finales del siglo XX, la creencia en lo paranormal se ha difundido considerablemente, con miles de libros y secciones enteras de librerías dedicados al tema, revistas, un sin fin de películas y de series de televisión como Expediente X o la Dimensión Desconocida y programas de difusión tales como Cuarto Milenio.
Según un estudio de Gallup en 2005 en EEUU, 73% de los encuestados creían en al menos uno de diez fenómenos paranormales incluidos en la encuesta..
Los fenómenos eran los siguientes (número de respuestas positivas entre paréntesis): Percepción Extrasensorial (41%), Casas Embrujadas (37%), fantasmas (32%), telepatía (31%), adivinación del futuro (26%), astrología (25%), comunicación con los muertos (21%), brujas (21%), reencarnación (20%), y canalización de entidades espirituales (9%).
La investigación de los fenómenos paranormales, es a menudo complicada, por ser difícil de explicar en el ámbito de las normas científicas existentes o las teorías conocidas actualmente. A pesar de esta dificultad, existen algunos estudios sobre lo paranormal que son periódicamente realizados por investigadores de diferentes disciplinas en varias universidades. La investigación de lo paranormal es en gran parte realizada en el campo multidisciplinario de parapsicología.
Aunque la parapsicología tiene sus raíces en investigación anterior, se comenzó a utilizar el enfoque experimental en la década de 1930 bajo la dirección de J. B. Rhin (1895 - 1980). Rhin popularizó una metodología con la utilización de una serie de tarjetas con unos símbolos determinados, y dados especiales para experimentos en el laboratorio, con la fin de poder encontrar una correlación estadística de la percepción extrasensorial.
En 1957, en EE.UU. fue fundada la Parapsychological Association para el estudio organizado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969, fue admitida en la prestigiosa Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los fenómenos psíquicos en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas paranormales en diversos grados.
Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto de Investigación de Stanford durante este tiempo. El estudio de lo paranormal se encuentra en general con la dificultad de estudiar cientificamente el fenómeno, aunque en algunas universidades es estudiado usando métodos experimentales; esa dificultad causa que todavía no se encuentra dentro de ningún campo aceptado por la mayoría de la comunidad científica. Los presuntos fenómenos son por tanto difíciles de caracterizar y explicar incluso si se suponen reales.
Actualmente la psicología mayoritariamente no se adhiere a los postulados de la parapsicología. En 1978 el catedrático de psiquiatría checo Stanislav Grof, radicado en EE.UU., funda la "Asociación Transpersonal Internacional" impulsando el estudio y la investigación de los estados modificados de la conciencia. Su aporte a la Parapsicología ha sido básicamente el concebir la conciencia humana, no sólo como un mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un modo transmaterial, y que trascendería por tanto los límites del tiempo y del espacio. Los fenómenos paranormales, mediúmnicos y místicos tendrían por tanto cabida para estudio en este nuevo modelo de la psique humana que ha desafiado los postulados establecidos por la ciencia convencional.
Diversos estudiosos de los fenómenos paranormales han intentado desarrollar metodologías de estudio más o menos formales. Entre dichas metodologías se pueden distinguir las siguientes.
Muchos estudiosos del fenómeno se dedican a catalogar evidencias anecdóticas, recuentos de presuntos testigos que afirman haber presenciado un fenómeno paranormal. Es uno de los métodos más comunes, ejemplificado por el trabajo de Charles Fort (1874-1932), que recopiló unas 40.000 notas de fenómenos inexplicados, de las que escribió siete libros, de los cuales perduran cuatro: The Book of the Damned (1919), New Lands (1923), Lo! (1931) y Wild Talents (1932).
Los escépticos señalan que dicha metodología adolece de falta de falsabilidad (la imposibilidad de diseñar un experimento que pruebe la falsedad de la afirmación), y de sesgo cognitivo (la tendencia subjetiva del observador o del testigo a creer con mayor facilidad ciertas afirmaciones acordes con su visión del mundo) y otras falacias que invalidan dicho enfoque
Este enfoque consiste en que el observador se sumerge en el fenómeno estudiado, presuntamente experimentándolo y entendiéndolo mejor. Típicamente requiere que el observador tenga un conocimiento de primera mano del fenómeno visitando el sitio donde presuntamente ha ocurrido. Por ejemplo, un observador puede llevar a cabo una sesión espirista en una casa embrujada. Los proponentes de este enfoque señalan que tiene raíces filosóficas en la fenomenología.
La crítica científica del método es similar a la de la evidencia anecdótica, añadiéndose que la subjetividad del observador se ve incrementada al participar directamente. Se menciona también la falta de sistematización en la recolección de datos y las posibles desviaciones introducidas por el observador (compárese con la metodología del doble ciego).
Varias universidades del mundo e investigadores independientes estudian la parapsicología usando métodos experimentales (no necesariamente el uso del método científico, o su realización al 100%), para intentar probar los fenómenos;. Uno de los pioneros en este campo fue J. B. Rhine (1895 – 1980).
La Sociedad Parapsicológica de EEUU, fundada en 1957, fue admitida en 1969 en la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. Esto coincidió con un renovado interés en experimentos parapsicológicos en los años setenta, que llevaron incluso a instituciones como el Stanford Research Institute a efectuar experimentos en parapsicología, incluyendo uno con el famoso Uri Geller. En la URSS y en los países de su ámbito de influencia, hubo también mucho interés en el estudio de la parapsicología en esos años, que vieron la fundación de múltiples cátedras y sociedades estatales especializadas, que intentaron, en diversos grados, seguir un programa experimental. Entre ellas estuvieron la Academia de Parapsicología y Medicina(1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e Investigación Psíquica, el Instituto para las Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). En España existe la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP).
Los resultados experimentales proveniente de estos esfuerzos hasta ahora no han sido universalmente aceptados y en pocas ocasiones se han aceptado sus resultados para su publicación en revistas científicas con peer review (revisión por pares), el método normal de difusión y aceptación de teorías científicas bien fundamentadas.
Para contrarrestar la creciente influencia de la parapsicología, también en los años setenta se crearon una serie de organizaciones escépticas, principalmente el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones Paranormales (1976), ahora llamada Comité para la Investigación Escéptica (Committee for Skeptical Inquiry), junto con su revista, el Skeptical Inquirer. En España la organización equivalente es la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, llamada por razones históricas ARP-SAPC, y el Círculo Escéptico.
La mayoría de los científicos se muestran escépticos o afirman que no existen fenómenos paranormales: según ellos, estos presuntos fenómenos no son observables de una forma sistemática y repetible, con lo que es imposible aplicarles el método científico. Las críticas principales han sido consignadas en el apartado de metodología: sesgo del observador, ausencia de repetibilidad y falsibilidad, recolección de datos poco sistemática, evidencia anecdótica, diversas falacias lógicas, subjetivismo. A esto se añade el famoso principio popularizado por el astrónomo Carl Sagan, en el sentido de que "afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria". Es decir, una afirmación que se sale de lo común, como por definición es cualquier afirmación sobre un fenómeno paranormal, no puede ser creída a menos que la evidencia en favor de dicha afirmación sea abrumadora.
En el mismo sentido, los escépticos acusan con frecuencia a los estudiosos de lo paranormal de adolecer de una excesiva credulidad, tomando como verdaderas todas las afirmaciones paranormales sin someterlas a la menor crítica, o directamente de ser charlatanes, de intentar engañar al público con un propósito espurio, típicamente económico.
En todo caso, según los escépticos, sí cabe una posibilidad de considerar los presuntos fenómenos parapsicológicos en el campo de la ciencia: dentro de la psicología individual y social, no tanto como fenómenos reales sino como estudios en la percepción y en el desarrollo de creencias.
Fuente: Wikipedia