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Almacén: Alfonso Canales
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Réponse Effacer le message  Message 1 de 4 de ce thème 
De: Muil  (message original) Envoyé: 02/10/2009 21:38

Alfonso Canales
Málaga-1923
Poeta y crítico literario nacido en Málaga en 1923.
En la Universidad de Granada inició estudios de Filosofía y Letras y Derecho, licenciándose sólo en esta última facultad.
Inició con Muñoz Rojas la revista «Papel Azul» y la colección poética «A quien conmigo va» y formó parte del grupo editor de la «Caracola», importante revista de esa época.
Es presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y  miembro correspondiente por Andalucía de la Real Academia Española de la Lengua y de la Real Academia de la Historia. Su biblioteca de casi 20.000 volúmenes es una de las más importantes de Málaga.
De su obra poética se destacan : «Sonetos para pocos» en 1950, «El candado» en   1956, «Port Royal en 1956, «Cuenta y razón» en 1962 y «Tres oraciones fúnebres» en 1983.
Ha sido Premio Nacional de Literatura en 1965 y Premio de la Crítica en 1973.


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Réponse Effacer le message  Message 2 de 4 de ce thème 
De: Muil Envoyé: 02/10/2009 21:41
 
El poeta se lamenta de la fugacidad del querer humano
 
¿Adónde va el amor, por más que duela
el corazón a cada estrecho paso;
con qué peso se hunde, en qué fracaso
el beso se anonada y se cancela?
Abrígalo si puedes: va que vuela
su precario calor, al cielo raso.
Mira que con frecuencia se da el caso
de que a la vuelta el velo se desvela.
¿Adónde vamos a parar con tanta
ráfaga que se va por un postigo,
si el cisne se nos muere cuando canta?
¿Qué puede alimentarnos este trigo
que siempre se nos queda en la garganta?
¿Adónde vamos a parar, amigo?

Réponse Effacer le message  Message 3 de 4 de ce thème 
De: Muil Envoyé: 02/10/2009 21:42
 
La cita
 
Amor, amor, amor, la savia suelta,
el potro desbocado, amor, al campo,
la calle, el cielo, las ventanas libres,
las puertas libres, los océanos hondos
y los escaparates que ofrecen cuando hay
que ofrecer al deseo de los vivos.
De los vivos, amor, de los que olvidan
que un día no habrá puertas ni ventanas,
ni potro ni raudales de la hermosura
para estos, estos ojos, estos ojos
donde habrá que engastar unas monedas
-y otra bajo la lengua-, por si acaso
al barquero le sirven o al que busque
sueños de ayer, de hoy, bajo la tierra.
Bajo la tierra, amor, trufas, estatuas,
oro, cántaros, dioses
apagados, amor, tesoros, premios
de la ansiedad.
Amor, dame la mano,
no te conozco, amor, no importa, dame
la mano, amor, no la conozco, nunca
importa demasiado conocerse.
Abre los ojos, no, no puedo, abre
la boca, ¿dónde está tu risa, dónde
se duerme tu palabra? Amor, no tengo
más risa, más palabra: Amor.
Te doy a cambio lo que esperas.
¿Tú lo sabes, tú sabes lo que espero?
Amor, ¿tú tienes lo que espero?
Es amor, amor y el mundo
como está, como es, con estas vías
abiertas con las cosas
que con amor se hacen, con la gracia
de hacer las cosas con amor, con tiempo
para formarlas con amor, con fuerzas,
aguas de amor para apagar el miedo.

Réponse Effacer le message  Message 4 de 4 de ce thème 
De: Muil Envoyé: 02/10/2009 21:43
 
Oh aquellos días claros de mi niñez...
 
Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellos
días entre jardines, entre libros y sueños,
a qué poco han quedado reducidos: las piedras
brillantes al sol alto del dulce mediodía
-¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-,
las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarras
polvorientas, suaves, bajo los almecinos,
aún tienen un rescoldo de recuerdo en mis manos;
el jazmín del estío- ¡qué fue de aquella nieveI-,
que daba olor de fiesta a la tranquila noche,
aún lo siento en el pecho, cuando cierro los ojos;
y el rumor de las olas, lenta, lejanamente,
en mi interior florece cuando llueve el silencio.
Calor, olor, rumores: a qué poco han quedado
reducidos los días lejanos y felices.
A veces el sonido de una piedra, cayendo
en una verde alberca, me hace creer que nunca
debió formarse un hombre sobre aquel que gozaba
sobresaltando aguas tranquilas. Y quién sabe
si hoy, corriendo esas aguas hacia mares futuros,
también piensan que nunca debieron de ser ríos.


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